Madrileños y visitantes se han sorprendido de la explosión de vida que ha supuesto la renaturalización del río Manzanares. Pasear por sus orillas y observar el trajín de las aves, la abundante vegetación que está creciendo y el ambiente distendido de paseantes y deportistas, es todo un lujo para una ciudad que vivió décadas de espaldas a su río.
Para saber más sobre ese proceso y lo que supone para el río y para la ciudad de Madrid, he recurrido a Rafael Mínguez, buen conocedor de lo que acontece en torno al mismo como director de La Prensa del Río, revista independiente de Madrid Río, y también como vecino del Manzanares.
Como director de la revista “La Prensa del Río”, ¿qué crees que ha supuesto para los barrios ribereños, y para la propia ciudad, el proyecto Madrid Río y la renaturalización del Manzanares?
Han sido dos proyectos que se han complementado. Como vecino, el soterramiento de la m30 lo he vivido como revolucionario. Según ha ido pasando el tiempo, yo creo que la mayoría de los vecinos está muy a favor. Hay que recordar que, por donde ahora mismo estamos sentados (el puente oblicuo, que estuvieron a punto de tirar y ahora es una pasarela peatonal que une ambas márgenes del río), pasaban camiones a toda velocidad. Yo creo que Madrid Río es un espacio que está a la par con El Retiro y que supone la unión del Nudo Sur con la Casa de Campo y el casco histórico de Madrid.
Una segunda fase es la renaturalización del río, que estaba compartimentado. Había gente a favor de la idea del río con aguas altas, evocando ríos del Norte de Europa. Sobre esto escribí en mi Carta del Editor del número 22 de La Prensa del Río, en su página 3, donde comentaba: “Atrás quedan los deseos de que el Manzanares se pareciera al Támesis o al Sena. No es si no “un quiero y no puedo” pretender que el Manzanares de forma artificiosa compita con el Danubio. Pero eso no es una pérdida. Debemos aprovechar la particularidad de nuestro día. Debemos aprovechar lo que tenemos, su fauna y su vegetación, y ponerlo en valor. Hoy, los vecinos nos paramos a mirar, a ver, a observar, y nos vemos seducidos por las plantas, los patos y los peces”.
¿Qué supuso la m30 para el entorno urbano del río Manzanares?
Una barbaridad. Ya cuando se estaba construyendo, esa carretera se quedaba pequeña. De hecho, ha durado alrededor de una treintena de años, lo que no es nada. Fue una época en la que se primaba al coche por encima de todo. Eso mismo lo estamos viendo ahora con las críticas a Madrid Central. Tal vez debamos plantearnos que el coche no se debe utilizar para todo. Pero las ideas deben ir madurando, poco a poco. Cuando se construyó la carretera no se pensaba que estuviera mal, se consideraba necesaria. Pero con el paso del tiempo nos hemos dado cuenta de que lo que se ha hecho hasta ahora no tiene que ser necesariamente lo que debamos seguir haciendo. Corregir es de sabios.
¿Cómo vivisteis los vecinos de la zona el nuevo aspecto del Manzanares?
Yo llegué aquí para quedarme a vivir en el año 2000. En ese momento, estaba contento de que mi casa diera la espalda a la m30, pero ahora me arrepiento de que no pueda ver el río desde la ventana.
Desde que se decidió dejar las compuertas levantadas, antes del verano de 2016, en estos tres años, la renaturalización del río ha sorprendido a todos. Se ha demostrado que la naturaleza, cuando se le quita el pie de encima, crece de una manera impresionante. Han surgido un montón de isletas, con mucha vegetación: olmos, fresnos, plátanos… animales (podemos ver una excelente muestra gráfica de la riqueza faunística en la galería de Flickr «Fauna del renaturalizado río Manzanares», de Ecologistas en Acción). Todos esos animales le han dado una gran vida a este entorno. Ahora el río suena y los niños bajan a ver estos animales.
¿Y los mosquitos que decían que iban a aparecer al dejar el río correr libre?
Ahora no hay mosquitos. Antes, mucha gente se quejaba de las picaduras en verano. El mosquito Anopheles se cría precisamente en aguas estancadas. El hecho de que las aguas corran de nuevo imposibilita que vuelva a anidar. Además, la llegada de infinidad de aves insectívoras y murciélagos permite mantener bajo control la situación.
¿Cuál es el grado de conocimiento, por parte de los madrileños, de esa fauna y flora que podemos disfrutar en el tramo urbano del Manzanares?
Se han puesto carteles explicativos. Yo veo que la gente está encantada de ver esos animales en el río, que antes no estaban. Creo que es algo muy bueno para que los niños se eduquen ambientalmente en el respeto y defensa de la naturaleza. La renaturalización también está suponiendo la consolidación de un corredor ecológico muy importante, que une el Parque Lineal del Manzanares con la Casa de Campo y El Pardo. Hay aves migratorias que suben hacia el norte por el río. Yo creo que es un privilegio tener esas aves en Madrid; encontrarse con una garza real, tan majestuosa, es algo que debemos poner en valor. Creo que ha sido muy importante no dejar acceso público al cauce, pues de este modo la fauna no siente una presión demasiado directa, lo que permite que venga y circule libremente.
Si el caudal se ve tan bajo, ¿por qué presenta esa anchura el río hasta la salida de la ciudad?
En realidad, el Manzanares es un río de aluvión, que se ha cobrado muchas vidas a lo largo de la historia. Si observamos, vemos que el puente de Segovia y el puente de Toledo cuentan con nueve ojos. Eso es un indicativo claro de que las crecidas lo convertían en un río peligroso.
El río estaba antes que la ciudad. Es esta última la que ha crecido en torno al Manzanares, por lo que es importante respetarlo y aprender a convivir con éste, dándole la cara y no la espalda.
¿Ha habido algún tipo de actuación complementaria al levantamiento de las presas?
En un principio, estaba planteado construir escolleras en las márgenes. Aunque posteriormente se vio que no era necesario, porque solo con dejarle, el propio río se ha regenerado.
Otra de las ventajas de la renaturalización ha sido la inclusión de la naturaleza de la sierra en plena ciudad. Toda la fertilidad del río viene de aguas arriba, de la zona montañosa. Un factor que ha sido decisivo para esta explosión de naturaleza que estamos descubriendo es que, cuando se canalizó el río para evitar los desbordamientos, se respetó el lecho natural. Afortunadamente, el crecimiento de la vegetación está tapando ahora las paredes de piedra.
Pasear por las orillas del Manzanares es ahora un deleite para los sentidos…
El otro día entrevistaba a Raúl Alcanduerca para la revista, y comentábamos precisamente que nos estamos acostumbrando a ver la realidad en las pantallas, y que no estamos diseñados para ello, pues para algo tenemos cinco sentidos. Paseando por el Manzanares renaturalizado se estimula no solo la vista, sino también el olfato y el oído. Este último se percibe mejor en momentos de tranquilidad (sobre todo por la mañana, temprano) en los que pasear por Madrid Río es como hacerlo por un paraíso.
¿Ha permitido Madrid Río que la gente de los barrios de ambas márgenes se acerque?
Indiscutiblemente. La orilla derecha (siguiendo el curso del río) se ha beneficiado de los nuevos puentes y pasarelas peatonales, que la unen con la orilla izquierda. Esta transversalidad del río, la posibilidad de acceder rápidamente a pie de una margen a la otra, ha permitido que los barrios se unan.
Lejos quedan los tiempos en que el coche imponía su ley a sus orillas…
El reinado machirulo del coche ha de ser puesto en cuestión. No se trata de prohibir el coche sin más, sino de utilizarlo de una manera ordenada, racional. Por ponerte un ejemplo, los vecinos que viven en el entorno del río cercano al puente del Rey, jamás imaginaban que podrían acceder a pie al centro de Madrid, llegar a Príncipe Pío en tan solo un momentito. Eso es una delicia.
Aún no se ha terminado la demolición del estadio Vicente Calderón. ¿Se enterrará el tráfico en ese tramo?
No se va soterrar en principio el tramo de m30 que ahora discurre por la superficie, aunque sí se va a bajar la calzada para que quede encerrado en una especie de pasillo subterráneo.
Ha habido polémica entre ciclistas y peatones por compartir el espacio de Madrid Río.
Yo creo que lo que todas las personas deben comprender es que esto es un parque y que hemos de compartir espacios personas a pie y ciclistas. Aquí tenemos cabida todos: ciclistas, niños, personas mayores, perros… Yo creo que, con el paso del tiempo, los ciclistas han comprendido que esto es así, y también los paseantes. Así, no cuesta nada apartarte a un lado si ves que viene una bicicleta y le puedes facilitar el paso, siempre que vayan a una velocidad razonable.
Precisamente para evitar esa crispación y la peligrosidad, el Ayuntamiento está terminando un carril bici que transcurre paralelo al río, desde Legazpi hasta Príncipe Pío.
Santiago Martín Barajas, ecologista y activista de Ecologistas en Acción, e ideólogo de la renaturalización del tramo urbano del Manzanares, afirmaba en el número 16 de tu revista (páginas 6 y 7): “Cuando a la gente se le pregunta por la masa forestal más importante para cada uno […] la mayoría habla del árbol que tenían a la puerta de casa… este es el río de la puerta de casa. Hay mucha gente que nace aquí, que pasa toda la vida aquí y que acaba muriendo aquí. Y toda esa gente ve el río todos los días. Queremos que esas gentes tengan, en efecto, un río de verdad a la puerta de casa”.
¿Somos ahora más conscientes de que queremos un río de verdad?
La decisión de renaturalizar el río fue tomada en la Comisión de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid. Fue aprobada prácticamente por unanimidad. Eso, unido a la mentalización de los madrileños de que se ha hecho lo correcto, creo que da una idea de cómo deben ser las ciudades del futuro. Madrid es una ciudad privilegiada, que está a la cabeza de Europa en zonas verdes.
¿Cuál debería ser el siguiente paso?
Hay un proyecto, en la zona conocida como Los Retamares, tristemente conocida porque en sus terrenos estuvieron a punto de edificar un complejo de casinos, para establecer una conexión entre la Casa de Campo y la vega del Guadarrama. Sería un gran corredor verde que uniría ambos ríos, desde Madrid hasta Villaviciosa de Odón. Y, por otro lado, existe otro proyecto muy interesante que se extendería hacia el Sur, en el tramo del Manzanares que va desde la ciudad hasta su desembocadura en el Jarama, ya fuera de la capital.
PARA MÁS INFORMACIÓN:
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