Nov 8 | Noticias Destacadas, soberanía energética | Ecologia Cotidiana | 916 Visitas | con Comentarios desactivados en Recuperemos la soberanía energética (II)
Vista aérea de la ecoescuela de Arroyomolinos de León (Huelva).
‘La energía del cole’ ganó el primer premio Renovathon 2020, de Greenpeace, que ha estado dando apoyo de continuidad para desarrollar este proyecto de instalación fotovoltaica en una escuela rural de Arroyomolinos de León (Huelva). El resultado será una comunidad energética que generará y gestionará su propia energía solar para facilitar el autoconsumo colectivo del Ayuntamiento y unas treinta familias de esta localidad onubense, en el que colaboran la asociación MUTI y Aeioluz.
La asociación MUTI se creó en 2017. Trabaja por la transición ecosocial y la igualdad de género en la comarca de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Rosario Alcantarilla y su pareja comenzaron «a realizar actividades de un modo un tanto informal, con actividades culturales, y alrededor de ellas empezaron a aglutinarse personas interesadas de todos los pueblos de la comarca».
Rosario nos habla en este post del proyecto de la comunidad energética local de Arroyomolinos de León, segundo de la serie «Recuperemos la soberanía energética».
Cuando apareció el concepto de comunidad energética, a principios de 2019, nos planteamos en la junta directiva comenzar un proceso de ese tipo. En aquel momento, al ser casi todos socios de Megara o de Som Energia, teníamos un cierto conocimiento del movimiento cooperativista de la energía en España. Presentamos una iniciativa a nivel social y de empoderamiento con el Germinador Social de SOM energía y Coop 57 y ganamos el Renovathon, premio con el que hemos financiado la primera parte del proyecto. Después, empezamos a trabajar con el Ayuntamiento para sensibilizarle y convencerle de que pasaran sus suministros a una cooperativa de renovables, cosa que hicieron.
Iniciamos conversaciones con el consistorio para que solicitara financiación para la primera cubierta de autoconsumo compartido. Se la concedieron y, en este momento, se encuentra actualmente en proceso de licitación para contratar la asistencia técnica que le va a redactar el proyecto y realizar la ejecución de la obra, en la cubierta de un pabellón deportivo municipal.
Una de las reuniones informativas de la comunidad energética Arroyomolinos de León (Huelva).
Con la pandemia, la asociación sufrió una reducción de sus actividades –puesto que la mayoría eran presenciales– aunque estamos recuperando el ritmo. Lo bueno de la pandemia es que nos permitió conectar con otras iniciativas de comunidades energéticas del resto de España, para compartir conocimientos y aprendizajes, lo que nos ha ayudado muchísimo. Es un proceso lento de identidad comunitaria y trabajo compartido, que al principio comenzamos de manera vehemente, pero necesita paciencia porque hay diferentes inquietudes y requiere que todas las visiones encajen dentro del proyecto comunitario.
En nuestro proceso, hemos detectado que no es fácil vencer el miedo que se sigue arrastrando al impuesto al sol. Produce cierta extrañeza que se nos permita ser parte del sistema energético. Creemos que uno de los trabajos de las comunidades energéticas es precisamente la sensibilización de las personas. A pesar de que la relación con el Ayuntamiento y sus técnicos es mucho más cercana que en una gran ciudad, hay reticencias en cuanto a los procedimientos, porque hay muchas dudas: ¿es legal? ¿qué ha sucedido en otras comunidades energéticas?
La idea es que, si la primera fase de financiación en crowdfunding en Goteo.org se completara el 14 de noviembre, y la siguiente unos veinte días después, a principios de año estuviéramos listos para empezar a ejecutar el proyecto. Hasta el momento, hemos recaudado unos 10.000 €. Un poco lejos del mínimo necesario, que son 23.991 €, por lo que toda aportación que recibamos nos viene muy bien. Aquí me gustaría recordar que cada aportación tiene una desgravación fiscal entre el 35 y 80%, que puedes calcular aquí: https://www.goteo.org/calculadora-fiscal.
En paralelo, queremos conseguir donantes de un ámbito más amplio. No todo el mundo se maneja con Internet o quiere colaborar desde ahí, y prefiere hacerlo en persona. Por eso, estamos captando fondos a través de las que yo llamo “redes sociales del cuerpo a cuerpo”, a través del AMPA del colegio, rifas, presentaciones, etc.
Las instituciones no nos han apoyado económicamente hasta el momento, pero sí que demuestran interés por el proyecto. La Diputación de Huelva nos ha asesorado a nivel técnico y jurídico, y la Agencia Andaluza de la Energía nos ha ofrecido formación específica para técnicos y asesoría para cargos del Ayuntamiento.
Por otra parte, el IDAE ha estado predispuesto para ver cuáles son nuestras necesidades y a responder nuestras demandas. Además, la cooperativa de ingenieros Azimut nos ha dado una primera asistencia técnica, y nos gustaría realizar con ellos el proyecto, conjuntamente con unos instaladores locales. También nos están apoyando desde los grupos locales Som Energia. Megara Energía, con quien tiene contratado el suministro el Ayuntamiento, también nos está asesorando.
Megara Energía participa asesorando en proyecto de comunidad energética de Arroyomolinos de León (Huelva).
Nuestra idea es dividir la producción: que no sea autoabastecimiento, sino que se consuma en la mayor medida posible cuando la instalación está a pleno rendimiento y llegue a muchas familias. Pretendemos instalar unos 42 Kilowatios pico, de los que un 10% iría destinado a cubrir las necesidades del Ayuntamiento. El resto, se va a repartir entre familias, en el entorno de un radio de 500 metros, que es lo que la ley contempla: aproximadamente 1 kilovatio pico (kWp) por cada una de ellas. Lo que, según nuestros cálculos, daría como para unas 30 familias.
La idea es hacer autoconsumo con compensación simplificada, pero no habrá venta a red. Esperamos poder compartir energía ya a finales del primer trimestre de 2022.
Nuestro proyecto va muy vinculado al concepto de pobreza energética, pero vamos más allá de quien no puede pagar la factura de la luz. Queremos priorizar a colectivos vulnerables como mujeres mayores, con pensiones bajas, que viven solas; familias monomarentales; o familias numerosas con situaciones complejas por temporadas.
El Ayuntamiento, que se ha comprometido en pleno a llevar a cabo el proceso educativo 50/50 dentro del colegio, decidirá dónde destinar el 50% de los ahorros (siempre vinculado a proyectos de transición social); el otro 50%, lo decidirá el alumnado del colegio.
El colegio, una ecoescuela que desde hace un montón de años y tiene un galardón de bandera verde de la Junta de Andalucía, cuenta con unos 90 alumnos. De un modo u otro, todas las familias del pueblo tienen alguna vinculación con el colegio. Además, la plantilla de profesores está bastante implicada en complementar la labor educativa con la sensibilización ambiental, por lo que siempre están abiertos a todo lo que les proponemos. Han realizado talleres y auditorías energéticas con los niños, que disfrutan mucho y se encargan de formar a sus compañeros y hacerles partícipes del proyecto.
Me gustaría puntualizar que no se trata de dar energía gratis a las familias que participan, sino de conseguir que participen económicamente y se involucren socialmente en el proyecto. Con esa intención, queremos impartir talleres, trabajar el control de la factura eléctrica y crear un fondo social reintegrable con los fondos que se consigan, de tal modo que podamos trabajar en rehabilitación energética para aquellas familias más vulnerables sin capacidad económica. Sería un préstamo que irían devolviendo poco a poco.
Para mí, lo más importante que hay que trabajar en una comunidad energética son los procesos de crecimiento, de conciencia de dónde viene la energía que consumimos y qué impactos tiene. Es muy interesante también ver el impacto visual en los tejados. Nuestra comunidad energética, al hacer un autoconsumo compartido a partir de grandes cubiertas, evita precisamente eso. Creo que debemos ser conscientes de que lo primero es empezar por reducir nuestro consumo para encontrar el equilibrio entre lo que necesitamos y lo que impactamos a nivel territorial y ambiental.
Crowdfunding de La Energía del Cole
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Oct 19 | Espacio invitado, Noticias Destacadas | Ecologia Cotidiana | 1247 Visitas | con Comentarios desactivados en ¿Qué tenemos en la azotea: problema u oportunidad?
Vista cenital de la azotea verde de la escuela Pérez Iborra, en Barcelona
Subir a la azotea. Me pregunto cuándo fue la última vez que subió a la azotea de su edificio. ¿Hace una semana? ¿Un mes? ¿Un año? ¿Quizá cuando se estropeó la antena o el aire acondicionado? Espero que no fuera por goteras o humedades… a lo mejor fue durante el confinamiento, para poder salir a ver el cielo o tomar un poco el fresco… Sea cuando sea, no pensó ¡qué lástima de espacio tan desaprovechado!
Creo que fue Le Corbusier quien llamó a la azotea “la quinta Fachada”, esa parte del edificio que nos protege del sol y de la lluvia, y que antes de inventarse las secadoras, incluso era utilizada para tender las sábanas, en cambio ahora… bueno, sigue ahí, cumpliendo su función principal y poco más. Bueno, sí hace otra cosa: los materiales constructivos de que está formada (cemento, ladrillos, vigas, tejas,…) reciben y acumulan el calor del Sol. La energía térmica se acumula en estos materiales de construcción y se va liberando durante el día, especialmente de noche, cuando la diferencia de temperatura entre la azotea y el aire es mayor, haciendo que la temperatura de la ciudad aumente entre 2 y 10 ºC respecto al entorno periurbano (entorno no construido). Este efecto de llama “efecto isla de calor urbano” (UHI por sus siglas en inglés).
Teniendo en cuenta el aumento global de la temperatura provocado por las actividades humanas y que en 2050, un 70% de la población mundial vivirá en ciudades, parece que vamos a pasar un poco de calor. Por no hablar de la concentración de contaminantes (NOx, micropartículas atmosféricas,…) que afectan directamente a nuestra salud. Y si para mitigar este aumento de las temperaturas vamos a usar más aparatos de aire acondicionado, entraremos en un bucle de difícil solución…
No sé quien fue el primer loco que pensó en plantar vegetación en los desiertos de cemento que son las azoteas, pero ya en los años 80 del siglo pasado se construyeron algunos edificios con vegetación en la cubierta, en Alemania. Las técnicas y materiales utilizados se fueron perfeccionando y ahora ya podemos hablar de unas cubiertas que no retienen el calor del sol, retienen agua de lluvia, captan CO2 y emiten O2, proporcionan hábitats para aumentar la biodiversidad urbana, captan contaminantes atmosféricos (NOx y micropartículas), aumentan la eficiencia energética del edificio (aportando aislamiento térmico y ahorrando en energía para climatización), aumentan el valor de las viviendas u oficinas del edificio: las llamamos CUBIERTAS VERDES.
Debido a la gran dificultad y coste económico de construir nuevas zonas verdes en las ciudades, transformar las terrazas o azoteas de los edificios ya construidos en lugares donde crezca la vegetación se ha convertido en una opción muy realista y factible para compensar las carencias y problemas causados por las construcciones tradicionales y la actividad humana en las ciudades. En la “Guía de azoteas y terrazas verdes de Barcelona”, publicada en 2014 por el Ayuntamiento de Barcelona, se calcula que unas 1.700 hectáreas de cubiertas podrían ser susceptible de alojar vegetación, o sea, de convertirse en cubiertas verdes. Si eso fuera realidad algún día, la temperatura de la ciudad bajaría unos 2 ºC, habría más del doble de m2 de espacios verdes por habitante y los niveles de contaminantes atmosféricos se reducirían drásticamente.
Y todo esto sin ningún coste de oportunidad: no tendríamos que renunciar a tener todos los servicios que ya tenemos actualmente, una de las mejores características de las ciudades densas, habituales en España.
PARA MÁS INFORMACIÓN:
Leer más »Oct 6 | Noticias Destacadas, soberanía energética | Ecologia Cotidiana | 1136 Visitas | con Comentarios desactivados en Recuperemos la soberanía energética (I)
Dada la preocupación generada por la escalada de los precios de la electricidad, he decidido iniciar una serie de publicaciones centradas en la recuperación de la soberanía energética*. Y me ha parecido oportuno comenzar por la figura de las Comunidades Energéticas Locales (CEL).
En este primer post, he contado con la colaboración de la sociedad cooperativa E+P (EMASP), Comunidad Energética Local que trabaja además impulsando otras Comunidades Energéticas Locales, principalmente en Navarra y Álava. Rafael Larreina, Responsable de proyectos de esta cooperativa, nos aporta su experiencia y puntos de vista sobre este el papel de las CEL en la recuperación de la soberanía energética.
E+P (EMASP) surgió a partir de una asociación de consumidores de energía exclusivamente renovable. Hace unos seis años, vimos que la forma más eficaz de conseguir energía renovable, en las mejores condiciones para los socios, era ser operadores en el sistema, poder comprar energía renovable certificada en el mercado mayorista, al mejor precio posible.
EMASP se constituyó como cooperativa precisamente para operar en el sistema. Se establecieron las fianzas y depósitos necesarios y, a partir de ese momento, somos una comercializadora que compra energía renovable y certificada para los miembros de la cooperativa.
Hace tres años, cuando surge la Directiva de la Unión Europea que pone en marcha las comunidades energéticas, unos cooperativistas de Esparza de Galar, localidad cercana a Pamplona, se lanzan a la idea de poner en marcha una comunidad energética. Ellos ya llevaban un recorrido de trabajo en común en la localidad, como grupo de consumo. Nosotros nos volcamos en esa labor para ir aprendiendo y para buscar la fórmula más eficiente para conseguir la mayor eficiencia energética y la viabilidad económica, para que fuese lo más fácil de hacer con el mayor rendimiento posible. A partir de ahí, comenzamos a impulsar esa figura en diferentes lugares. En Esparza de Galar están en auto consumo desde hace más de un año. A partir de ahí surgen Urroz Villa, en Navarra, y Lasierra, en Álava.
Hace algo más de un año, me ofrecieron liderar el proyecto de impulsar las comunidades energéticas. En este momento tenemos veinte proyectos en distintas fases de desarrollo. De aquí a fin de año vamos a tener cerca de un megavatio de generación renovable. Nosotros decimos que se puede llegar a cosas grandes haciendo cosas pequeñas, sin ocupación de terrenos cultivables, buscando energía kilómetro cero.
En esta región tenemos una figura que es el concejo, que engancha mucho con la filosofía de la comunidad energética. El concejo se basa mucho en los trabajos comunitarios, como las suertes de leña. Una comunidad energética sigue esa idea: generar nuestra propia electricidad y distribuirla entre los propios vecinos.
Tenemos también cooperativistas fuera de Navarra y Álava. Están surgiendo comunidades energéticas en otros lugares, como por ejemplo La Laguna (Tenerife), Aragón, Comunidad de Madrid o Extremadura.
Las comunidades energéticas tienen mayor desarrollo en Alemania, Países Bajos y Francia. Hace poco el director gerente de nuestra cooperativa me sugirió buscar cualquier localidad alemana en Google Maps, para ver la cantidad de placas que hay instaladas en los tejados. Si buscas en España, ves que apenas se distinguen. Resulta chocante que en un país con mucha menor radiación solar haya tantas instalaciones y no aquí, donde abunda el sol.
Las comunidades energéticas suponen un cambio de modelo. Se trata de rescatar la electricidad de las manos del oligopolio y ponerla en manos de la gente. Las grandes empresas aún no lo ven como una amenaza directa, pero sí como un peligro. Por eso ponen todas las pegas y trabas que pueden. La solicitud de conexión a la red, por parte de la distribuidora, puede retrasarse varios meses por diferentes razones.
Algo se está moviendo cuando algunas grandes compañías llegan a utilizar nombres engañosos como “consumos comunitarios”. Eso no son comunidades energéticas. Lo que hacen es aprovechar un tejado para, por ejemplo, poner gratis las placas y regalar la luz de la comunidad de vecinos, para luego venderte la electricidad. El ahorro fundamental que se produce en las comunidades energéticas es en la parte de la factura que se corresponde con los impuestos, tasas de conexión, términos fijos, etc.; aproximadamente sería un 45% del total de la misma. Cuando tienes un contrato con otra compañía, aunque te ponga la instalación, ese ahorro no se produce en la misma medida, ya que la empresa lo que busca es precisamente ese beneficio de venderte la electricidad.
Sin embargo, las comunidades energéticas tienen como último objetivo conseguir la electricidad al mejor precio para el cooperativista. Ahorrar aproximadamente la mitad de la factura con autoconsumo, en lugar de comprarlo fuera, no es hacer competencia desleal, sino que está acorde con la filosofía de la cooperativa.
instalaciones de la Comunidad Energética de Lasierra, en Álava.
Aparte del ahorro en la factura, crear una comunidad energética aporta otros beneficios como es el empoderamiento de la población, que se beneficia de la misma, o la descarbonización. Así, por ejemplo, en la comunidad energética de Lasierra, con una potencia de generación fotovoltaica de 30 Kwp y una producción anual de casi 19.000 Kwh, se ha producido un ahorro en la factura del 55% y se ha evitado la emisión de 12 toneladas de CO2 al año (el equivalente a la captación de un bosque de 108 hayas adultas durante 80 años). Por lo tanto, el efecto que producimos desde una comunidad energética no es desdeñable.
Existen diferentes modelos de financiación, desde la asunción del gasto por la propia junta administrativa, hasta la concesión de créditos en condiciones ventajosas (Fiare se puso en contacto con Unión Renovables, que es la agrupación de las cooperativas de energía renovable del Estado, y nos ha dado unas condiciones muy favorables, para que incluso un vecino sin ahorros pueda financiar su inversión en la instalación), sin olvidar el crowdfunding. Por otra parte, una comunidad energética puede acogerse a una subvención, a través del IDAE y de las Comunidades Autónomas, que en el primer caso puede cubrir entre el 80 y el 100% cuando la mayoría del consumo es público.
La mayoría de la gente que nos consulta, entra por el tema del ahorro en la factura, para más tarde derivar en la concienciación medioambiental y cambiar sus hábitos de consumo. Y es que, cuando das los datos, muchos se sorprenden y ven que pueden hacer algo para combatir el cambio climático, mucho más de lo que pensaban.
Otro aspecto muy importante en las comunidades energéticas es el aspecto de comunidad. Nuestra experiencia es que hay muchas iniciativas que utilizan una parte de esos ahorros para otros fines sociales, como pueden ser becas para fines concretos o crear un fondo para crear una especie de bono social que permita a personas en situaciones delicadas poder hacer frente al pago de la factura eléctrica. Estos aspectos comunitarios son también muy interesantes.
Gestionar nuestra propia electricidad, decidir qué precio le ponemos, permite empoderar a la gente. La soberanía energética es entonces real y supone un cambio de modelo. Nosotros hablamos de “rescatar la electricidad”, que es un bien básico como el agua. Hoy en día no podemos vivir sin electricidad; sería un caos. Rescatar la electricidad es ponerla en nuestras manos.
*Si te interesa ampliar información sobre el concepto de soberanía energética, te recomiendo este interesante artículo de Pablo Cotarelo en la revista Soberanía Alimentaria, Biodiversidad y Culturas.
Leer más »Ago 9 | Noticias Destacadas | Ecologia Cotidiana | 1221 Visitas | con Comentarios desactivados en Rehabilitación de vivienda saludable y eficiente
Loreto y Néstor quieren mudarse al domo que están rematando (en este otro post hablé de ello) y vender el piso en el que viven, en el madrileño barrio de Pueblo Nuevo. Cuando me enteré de que ellos mismos habían realizado la reforma, con criterios bioclimáticos y materiales con baja huella de carbono, me pareció un buen tema para traerlo al blog. Y es que cuando visitas una casa como esta de la que te voy a hablar ahora, tienes la sensación de encontrarte en una especie de oasis incluso dentro de una ciudad.
Sí. Lo que siento en esta casa es que se está muy a gusto. Los materiales naturales influyen mucho en esa sensación. Yo empecé todo esto con un poco de escepticismo, pero me he dado cuenta de que hay algo que no sabes explicar, pero que es muy agradable.
El salón principal y una de las habitaciones dan a la terraza, que está orientada al sur. Como recibe mucha radiación solar, hemos colocado unas persianas enrollables en la parte externa de la misma para evitar que entre el sol en los días más calurosos. Es una solución muy económica y muy eficiente para evitar que penetre la radiación solar directa.
Para evitar que se caliente en exceso la pared exterior en los meses cálidos, hemos utilizado un muro verde (recubierto con vegetación). Con estas dos sencillas acciones, nos ahorramos poner un equipo de aire acondicionado. Además, podemos conseguir una temperatura muy confortable con acciones tan sencillas como cerrar las ventanas durante las horas de calor y abrirlas por la noche, cuando refresca. También nos beneficiamos de la ventilación cruzada, que sí tenemos en esta casa que da a los dos lados.
Así es. Recuerdo que cuando vivía en un piso compartido de Argüelles, pagábamos una barbaridad en calefacción porque se perdía mucho calor, sobre todo por las ventanas, que estaban deformadas y no cerraban bien. En días de invierno, mientras entraba el sol se estaba muy bien, pero en cuanto se iba, te congelabas. Y en verano, el calor era excesivo. De ahí la importancia que dimos a instalar unas buenas ventanas.
Son de carpintería de aluminio, con rotura de puente térmico. Son mucho más duraderas que las de PVC, que además es un material no reciclable. No llega a ser una carpintería de Passivhaus, pero son unas buenas ventanas, con un grosor 4/16/6, y cristales Guardian Sun.
Nos preocupaba mucho el aislamiento de las ventanas. Instalar unas buenas ventanas no garantiza que no existan fugas. No hay demasiados profesionales que sepan colocarlas bien y evitar que se se escape el calor por el premarco sobre el que se instalan, pues es precisamente por ahí por donde se pierde el calor en invierno. Los nuestros son de madera y están bien pegados al corcho del aislamiento del muro exterior, precisamente para evitar esas fugas de calor. También nos quitan mucho calor las persianas enrollables.
Sí. Lo primero que hicimos en los muros que perimetran la casa fue quitar el tabique interno de la cámara de aire, para rellenarlo con 8 cm. de corcho en placas, en doble capa. Encima de eso, construimos un tabique de ladrillo macizo a panderete. Esto aporta inercia a la casa y evita que varíen demasiado las temperaturas entre el día y la noche.
A diferencia de la mayoría de las viviendas, que utiliza radiadores, en esta hemos instalado un muro radiante, porque creemos que es una mejor solución que el suelo radiante. El tubo radiante va a ambos lados del tabique principal de la casa. Y, sobre este tubo, un mortero de barro y el enlucido. El mortero acumula el calor y lo desprende lentamente, gracias a su inercia térmica. Cada pared tiene un circuito independiente que viene desde la caldera. Cada espacio tiene su propio termostato. Todo está diseñado pensando en el confort y en el ahorro.
Hablando en términos de gasto, en concepto de calefacción y agua caliente sanitaria, gracias a este sistema solo pagamos unos 220 € anuales.
Para nada. En invierno, conseguimos mantener la casa a 22 o 23 ºC, con tan solo 40 ºC en la caldera, que es la mínima temperatura que permite. El aislamiento y la inercia térmica, junto con el muro radiante, nos permiten una climatización y un confort óptimos. La sensación que tienes es de que no hay calefacción, porque no existen zonas frías y calientes de una parte a otra de la casa. La inercia térmica regula mucho la temperatura.
Interviene ahora Néstor: aproximadamente un 60% de la energía que consumen los edificios se emplea para climatización. Eso es un despropósito. Cuando vas investigando y formándote, te das cuenta de que se pueden hacer las cosas de otro modo.
El acabado se realizó con una llana japonesa, que dado que es flexible permite más precisión en el trabajo y cerrar el poro. El resultado es más fino y menos rugoso. Las bases son de mortero de cal aérea, en unas paredes, y de mortero de arcilla en otras. La parte interna lleva un revoco de cal, que es transpirable y evita la aparición de manchas de humedad, ya que prácticamente la totalidad de los hongos no pueden vivir en ese medio.
Hoy en día lo más corriente es encontrarnos paredes realizadas con placas de Pladur. Lo peor es lo que esconde. Es importante saber que determinadas industrias utilizan yeso para absorber las emisiones del proceso productivo. Y que luego ese yeso se recicla y se utiliza en la fabricación de placas de este material, que termina en las paredes de las casas que habitamos.
No es complicado manejar estos materiales, pero tiene su técnica. Nosotros fuimos haciendo cursos y aplicando esos conocimientos en la reforma. Lo que sí que recomiendo a aquellas personas que no se sientan capaces de realizar este tipo de trabajos, y necesiten acudir a un profesional, es que se aseguren de que este conoce el material y sabe manejar los tiempos y las medidas.
No. El suelo original de la casa era una baldosa hidráulica, pero no la pudimos recuperar porque estaba muy degradada. Lo que hemos hecho es recuperar el suelo de parqué que existía debajo de la tarima sintética que colocaron los anteriores propietarios, que es la que nos encontramos en la casa cuando la compramos.
No. Las puertas de las dos habitaciones principales son de madera maciza y las recuperamos de un edificio que iban a demoler. De este modo, damos un nuevo uso a algo que iba a acabar en un vertedero, y favorecemos la economía circular. La parte superior de las puertas, también de madera, se puede abrir. Esto nos permite ventilar sin necesidad de abrir las mismas. El resto de puertas las hemos fabricado nosotros mismos.
Las puertas de las dos habitaciones son recuperadas de un edificio que se iba a demoler. Es un modo de favorecer la economía circular.
También nos hemos hecho a medida los armarios, empleando tableros alistonados de madera. Como además queríamos evitar compuestos orgánicos volátiles, para su tratamiento elegimos los productos más sanos que pudimos encontrar. Algo que no fue algo fácil, porque detectamos cierta confusión entre los distribuidores, que creen que por ser EcoLabel ya es suficiente para que el producto sea plenamente ecológico y sano. Esto no es así, porque si por ejemplo tienes sensibilidad química múltiple y compras una pintura EcoLabel, puede pasar que sí tenga efectos en tu salud.
El interior de los armarios es tablero OSB (Oriented Strand Board), que llevan menos pegamentos y menos perjudiciales que otros tableros aglomerados.
Muchas viviendas, incluso de nueva construcción, no son saludables ni eficientes. La reforma que hemos llevado a cabo es la prueba de que se pueden hacer cosas para mejorar el confort y climatizar mejor las casas, sin necesidad de aporte energético extra (más gasto en calefacción o en aire acondicionado). Yo lo veo más un tema de prioridades, como elegir comer ecológico: aunque normalmente sea más caro, estás invirtiendo en salud.
Jul 27 | Noticias Destacadas | Ecologia Cotidiana | 1757 Visitas | con Comentarios desactivados en Panel solar híbrido Abora
Abora es una compañía española fundada en 2017 el Dr. Alejandro del Amo, experto internacional en energía renovable. En la actualidad, Abora fabrica paneles solares que proporcionan agua caliente y electricidad en una instalación híbrida que se rentabiliza en poco tiempo, lo que le permite ser la tecnología solar más rentable del mercado. Esto es posible gracias a su tecnología aHTech®, que cuenta con una serie de capas aislantes cuyo diseño y disposición consiguen reducir al mínimo las pérdidas térmicas del panel y maximizar la producción eléctrica.
Abora consiguió el primer premio en Horizon 2020, el mayor programa de Investigación e Innovación de la Unión Europea, en el que competían alrededor de 15.000 empresas europeas de ámbito tecnológico, y tiene el honor de haber sido la única empresa del sector solar que lo ha conseguido.
La tecnología híbrida supone producir, en el mismo módulo solar, tanto electricidad como agua caliente. Esta idea, afirma Antón San Sebastián
Ingeniero de Ventas de Abora, «nace del hecho de que en los paneles fotovoltaicos que existen actualmente en el mercado, la eficiencia es aproximadamente de tan solo un 20%. El resto se pierde, tanto por reflexión como por pérdidas de calor».
Alejandro del Amo, CEO de Abora, realizó su tesis doctoral sobre esta tecnología. En la Universidad, realizó diferentes pruebas. Un primer prototipo (PVT-1) contaba con aislamiento posterior; pudo darse cuenta de que, cuando llevaba el circuito hidráulico a 60º C, temperatura del agua caliente sanitaria, el rendimiento caía un 5%, pues las pérdidas se iban por la parte frontal. Para solucionar este problema, ideó un aislamiento transparente para la parte frontal de los paneles, creando así el primer panel híbrido con protección frontal (PVT-2).
La tecnología aHTech® reduce las pérdidas de calor. Han conseguido pasar de un rendimiento del 56% en el primer módulo (un 40% en la térmica y un 16% en la fotovoltaica), a una eficiencia del 89% (un 19% en la fotovoltaica y un 70% en el agua caliente sanitaria), lo que supone casi el máximo teórico que puede permitir esta tecnología híbrida.
El panel sería como un sándwich con varias capas: un aislamiento de lana de roca, un recuperador con tubos de cobre, la de las propias células fotovoltaicas, y un tratamiento específico para soportar las altas temperaturas que alcanza.
Las diferentes tecnologías híbridas han ido evolucionando, hasta el modelo actual en el que se han realizado mejoras hasta conseguir ese 70% de eficiencia en laboratorio.
Según Antón San Sebastián, «en cuanto al rendimiento económico, nuestros paneles son más eficientes que un panel térmico o que un fotovoltaico. Nuestro valor diferencial es que el payback de nuestros paneles (retorno de la inversión) está entre 4 y 7 años. Comparado con una fotovoltaica, conseguimos mayores ahorros».
«Actualmente tenemos dos modelos en el mercado. El primero, el Abora aH72SK, con una potencia eléctrica de 350 vatios pico, casi 2 metros cuadrados de superficie, con una producción térmica del 70% y una producción fotovoltaica en torno al 19%. El segundo, el Abora H60SK, permite optimizar el espacio dado que tiene dimensiones un poco más reducidas», añade Antón San Sebastián, Ingeniero de Ventas de Abora.
Nuestra idea como empresa es vender el panel solar más rentable del mundo. Para ello, tenemos que buscar que sea el más eficiente del mercado, lo que ya hemos conseguido, y por otra parte debemos conseguir una escalabilidad de precios: cuanto más podamos vender, mejores precios podremos dar y más rentables serán los paneles.
Los sectores en los que mejor estamos objetivizados serían todo tipo de edificaciones con alta demanda de electricidad y agua caliente, con una superficie de captación limitada. Esto incluye hoteles, hospitales, residencias, polideportivos, campings, etc. También funciona muy bien en multiviviendas, sobre todo en aquellas con producción centralizada, y en todo tipo de industrias, sobre todo en aquellas que cuentan con varios turnos y un consumo elevado de agua caliente en las duchas de los empleados, por ejemplo.
Algunos casos de éxito son: una piscina en Sant Cugat (Barcelona), con tan solo 4 años de amortización de la instalación; las residencias Vitalia (con trece instalaciones en funcionamiento y otras cuatro a realizar a lo largo de 2021 y 2022); los hoteles de la cadena Iberostar de Tenerife y Chiclana de la Frontera (esta última es la instalación más grande que tenemos en España, con 300 paneles híbridos), un tercero próximo a su realización y otros dos en proyecto.
Otro ejemplo es un lavadero de coches cisterna, que se limpian con agua muy caliente; con un ciclo de trabajo muy amplio, el rendimiento con nuestra tecnología es muy alto, con una amortización temprana.
Los reducidos costes que se pagan por la electricidad y el combustible. Teniendo en cuenta el precio actual de la energía eléctrica y del gas, suponen un importante ahorro.
Ahora mismo, por Real Decreto, hay que cubrir un 60-70% del ACS y una generación eléctrica, lo que queda cubierto con nuestros paneles. El Real Decreto 244/2019 supone una simplificación administrativa, un apoyo al autoconsumo colectivo y una compensación de la energía excedentaria.
Además de fabricar los paneles hídricos, contamos con una amplia experiencia como empresa instaladora. Aprovechando dicha experiencia, fabricamos componentes hidráulicos de calidad que están diseñados específicamente para este uso, por lo que evitamos fugas o roturas por fatiga (dilatación y contracción).
También fabricamos las estructuras, que vienen precortadas para adecuarse a la inclinación de la cubierta, ya sea plana o inclinada. La instalación resulta muy cómoda y rápida.
Actualmente, la aerotermia es una tecnología en alza y la instalación de nuestros paneles supone una menor demanda de electricidad. Precalentamos el agua que va a ir a la aerotermia, eso hace que el consumo eléctrico sea menor e, incluso, el exceso de electricidad va a parar al autoconsumo de la vivienda. Esto supone un importante ahorro tanto en la factura de gas como en la de electricidad.
Por otra parte, también diseñamos proyectos ad hoc como la acumulación estacional, que emplea un depósito subterráneo; o la trigeneración solar, en el que con una máquina de absorción producimos frío, calor y electricidad.
Ofrecemos también una herramienta de monitorizado. Actualmente, estamos desarrollando un nuevo sistema en el que, de un vistazo, podemos consultar la energía térmica generada, la energía eléctrica, los ahorros económicos, los ahorros de emisiones de CO2, temperaturas de entrada, de salida, presiones… que permiten al cliente conocer al instante lo que está produciendo y lo que está ahorrando, y al instalador saber que todo funciona correctamente, y al personal de mantenimiento, con esos datos, llevar a cabo un mantenimiento preventivo. Y a nosotros, certificar que lo que prometemos es lo que se está generando realmente.
Damos una garantía de diez años, siempre que cumplan los parámetros de haber sido la instalación realizada correctamente, una protección de la misma con un disipador de calor, una monitorización para comprobar el funcionamiento. La vida útil es de 25 años, según las pruebas que hemos realizado mediante un laboratorio externo, aunque dada la calidad de los materiales y de la fabricación, creemos que será mayor.
Nosotros, con nuestra tecnología, conseguimos que un edificio sea Passivhaus Plus.
Jun 20 | Noticias Destacadas | Ecologia Cotidiana | 1466 Visitas | con Comentarios desactivados en Libretas de papel de piedra Aedra
Una de las principales motivaciones de Ecología Cotidiana es apoyar a las personas emprendedoras que ofrecen productos sostenibles e innovadores. En este post os presento Aedra, la iniciativa de un grupo de jóvenes estudiantes que han lanzado una línea de libretas decoradas con originales ilustraciones, elaboradas con papel de piedra. Me ha parecido un tema interesante y por eso os invito a conocerlo y, si podéis, divulgarlo. Porque necesitamos multiplicar mucho más estas pequeñas iniciativas para construir un mundo más sostenible y sano.
El papel de piedra© tiene la peculiaridad de ser 100% impermeable, además de ser muy muy resistente. Proviene de los minerales y no del mundo vegetal. Para su fabricación no se utiliza ni agua, ni árboles, ni cloro. El procedimiento es totalmente ecológico y respetuoso con el medio ambiente.
Está compuesto de un 80% de carbonato cálcico, uno de los minerales más abundantes, que se extrae de canteras de caliza como el yeso y el mármol que pasan a convertirse en un polvo muy fino. A este polvo se le añade una resina no tóxica de poliestireno grado 1, que compone el 20% restante de nuestro papel de piedra ©.
Comparado con el papel elaborado a partir de la pulpa de madera, el papel de piedra © emite en todo el proceso de fabricación un 50% menos de CO2 que el papel vegetal, y además consume un 50% menos energía. Este tipo de papel dispone de la certificación Cradle to Cradle.
Las Aedras tienen la tapa de papel reciclado (por un tema de ahorro de energía y de calidad de impresión), mientras que su interior es al 100% de Papel Piedra. En nuestra web puedes ampliar información sobre las características de este material, hoy en día, considerado el más sostenible del planeta.
Los que llevamos Aedra somos Giulia Palma (CEO, nacida en Italia y apasionada por el arte y la expresión), María Cozar (amante de la naturaleza y los animales) y Carlos Trias (el más jóven de todos, que nos ayuda a expandir nuestro valor dentro de las empresas).
Somos jóvenes emprendedores, estudiantes del grado LEINN (Liderazgo emprendimiento e innovación), que nace en Finlandia y se basa en la metodología del «learning by doing”, al 90% práctico y enfocado a resultados.
Hemos trabajado con más de 100 artistas emergentes españoles, con colaboraciones que duran desde una semana hasta un mes. Nos gusta apoyar el arte y sobre todo que los artistas puedan plasmar sus obras en una libreta ecológica que les acompañará en su día a día.
Sí, aparte de tener nuestros modelos, y los de los artistas, también puedes crear una libreta totalmente tuya y personalizada, tanto en la portada como en la contraportada. Es una oportunidad de hacer un regalo muy original y sostenible.
Cuando acabe la vida del cuaderno, se debe separar su tapa del cuerpo. La tapa irá en el contenedor azul y el resto, en el amarillo.
Nuestras libretas son fotodegradables, así que no crean residuos a largo plazo en el planeta.
Lo más importante es creer en el proyecto y no dejar que los demás influyan en tu motivación. Está claro que tienes que saber ver si estás yendo directo contra un muro, pero mientras tengas un plan estratégico y veas la luz al final del túnel, apuesta por ello. Una idea puede ser más o menos buena, más o menos innovadora y más o menos necesaria, pero si sabes contar tu historia y añadirle valor, puedes vender cualquier cosa.
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May 16 | Noticias Destacadas, Protagonistas | Ecologia Cotidiana | 1621 Visitas | con Comentarios desactivados en Pinturas, revoques y aislantes naturales
Jesús Hernansanz es un español afincado en Alemania, donde distribuye y ofrece formación y consultoría sobre la aplicación de productos naturales como pinturas, revoques, o aislantes. Una voz cualificada para seguir adentrándonos en el mundo de la bioconstrucción desde la perspectiva de un experto profesional con amplia experiencia en el sector, que ha dado el paso a la distribución de productos de reconocido prestigio y calidad.
Cuento con veinticinco años de experiencia como pintor decorador en España, de los cuales los últimos 15 años que estuve allí fueron como autónomo, con mi propia empresa de pintura decorativa. Luego me mudé a Alemania, a donde vine para hacer un curso de aislamiento de fachadas. Me formé con un fabricante alemán y completé mis estudios en el Instituto de Baubiologie. Me quedé en este país y empecé una nueva vida: aprendí el idioma, me puse a trabajar en una empresa de pinturas, donde estuve casi 5 años trabajando en proyectos de aislamiento de fachadas y de interiores, muchos de ellos para la administración alemana.
Tuve un problema de rodilla y me tuvieron que operar. Aproveché la baja del postoperatorio, unos 10 meses, para seguir formándome, pues quería ponerme por mi cuenta a trabajar con pinturas naturales. Llevaba 30 años trabajando como pintor y no era capaz de decirle a un cliente qué contenidos había en un cubo de pintura. Tras la operación, finalmente un tribunal médico me dijo que no podía seguir trabajando en fachadas y en otros trabajos que requerían un importante esfuerzo para mi rodilla. Ahí me decidí a poner mi propia tienda, JH NATURFARBEN, en Finsterwalde (entre Berlín y Dresde).
Los dos primeros años fueron muy difíciles. Desde el año pasado, la situación ha mejorado. Cuando presentas algo nuevo y desconocido, es muy difícil que la gente lo acepte. Hay que tener mucha paciencia y trabajar con argumentos fuertes y aprovechar la experiencia laboral. En mi caso, llevar treinta años en el gremio me aporta, cuando trabajo con un profesional, poder hablar de tú a tú con un maestro pintor y poder hablarle de normativas y de situaciones cotidianas del día a día.
Suele ser gente concienciada. Pero hay dos grupos principales: parejas jóvenes –de entre treinta y cuarenta años, con niños– o recién jubilados que van a hacer la última reforma de su casa. Gran parte de estos últimos son los que se marcharon cuando cayó el muro de Berlín, momento en el que se produjo un éxodo hacia el Oeste y las casas quedaron vacías. Ahora están volviendo y ya estamos viendo que suben los precios de las casas. Otro modelo que se está viendo bastante, sobre todo desde 2020, es gente de las grandes ciudades, como Berlín y Dresde, que compra casas de campo o haciendas.
Cuando estás dentro, hoy en día que todos pasamos tantas horas en interiores (no solo en viviendas; también en centros de trabajo y otros edificios), con dispositivos que emiten y reciben ondas electromagnéticas, es muy importante que los materiales sean naturales. Y no solo en las paredes, sino también los suelos, las luces, las moquetas, el mobiliario. Hay que mirar el conjunto. En un espacio interior, interactuamos con las superficies, no solamente con la superficie del mueble que estás tocando. Las pinturas naturales son antiestáticas y repelen el polvo.
En el último centímetro es donde te la juegas. Es donde vamos a dejar que el muro transpire o tenga una higroscopicidad. Una pintura acrílica, por muy transpirables que sean los materiales que haya debajo, sella los poros y convierte las paredes en un compartimento estanco, aparte de los productos químicos perjudiciales que se siguen desprendiendo mucho tiempo después de pintar. Yo trabajo mucho con pinturas con aglutinantes a base de caseína, que pueden ser de leche o vegetal (de las legumbres o de la fécula de la patata). Para quien quiera saber más sobre las pinturas naturales, le invito a leer el post “Estado actual de las pinturas naturales”, que he escrito recientemente en el blog de Igma Pacheco.
Con quien más trabajo es con Kreidezeit (pinturas y acabados decorativos) y con Claytec (especialistas en construcción en seco con arcilla), además de con otros fabricantes regionales). También con Hanffaser, fabricante de productos de construcción a partir de cáñamo, que es uno de mis materiales preferidos, por sus excelentes cualidades. Aquí están los fabricantes punteros en investigación con materiales naturales, razón por la que quiero permanecer en este país es para estar al día de todos lo productos. Cuando yo ofrezco un producto es porque he estado con el fabricante, estoy de acuerdo con su filosofía y lo he trabajado.
En España también se está evolucionando rápido en los últimos años. Mi intención es introducirme en España, tanto como representante de las firmas de materiales naturales con las que trabajo, como para participar en proyectos y guiar a profesionales. Ya estoy colaborando con Biofustería para ofrecer formación, pues hay un déficit de aplicadores, y me están solicitando también en la zona de Cataluña, Pirineos, Aragón… Yo llevo el tema de pinturas naturales, también aislamientos ecológicos a base de cáñamo. Soy el representante en España de un fabricante alemán de cáñamo.
Si nos fijamos en cómo hacen sus casas los animales, veremos que una golondrina emplea barro, paja y madera; nosotros somos personas y tenemos que mirar a la naturaleza para, con nuestras tecnologías, construir nuestras casas. En este momento, tenemos un campo muy grande de edificios que la gente quiere renovar. Nosotros producimos aislamientos para interior y para exterior, tanto para tejados como para suelos, o para mezclar por ejemplo con arcilla en polvo para hacer revoques. Una de mis materiales preferidos, por sus excelentes cualidades, es el cáñamo.
La planta original de cáñamo, que viene de la zona de Asia central (Kazajstán, Uzbekistán), donde se lleva plantando desde hace más de 2.000 años. El cáñamo es un aislamiento excelente tanto para interiores como para exteriores. Es una planta que crece muy rápido y no precisa de fertilizantes. Necesita muy poco agua y, en tres meses, alcanza cuatro o cinco metros de altura. Entonces, ya está lista para la recogida. En España, por normativa, no se puede plantar, a pesar de que existen fabricantes de ladrillos de cáñamo como Cannabric, que tiene que comprar la materia prima fuera. Pero en Alemania es muy diferente. El cáñamo funciona muy bien cuando se usa junto a la arcilla. Aporta volumen de expansión y aislamiento acústico; la arcilla, por su parte, aporta higroscopicidad (absorbe el exceso de humedad existente en el ambiente). En interiores, se le puede dar hasta 5 cm de grosor. Además, ofrece también aislamiento acústico.Soy distribuidor, en la parte de Brandeburgo, de una empresa alemana que lleva desde 1998 trabajando con este material. Y soy su representante en España. Puedo suministrar el producto ya terminado (el revoque) o la materia prima para que el profesional haga la mezcla que quiera.
El mercado se está abriendo mucho. Está evolucionando y las grandes empresas se suben a ese carro porque es la tendencia que va a más. Hay fabricantes de pinturas convencionales que en su línea de pinturas ecológicas están empleando ya aglutinantes a base de plantas. Por otro lado, las materias primas naturales van a ser más competitivas en precio que las convencionales, porque el acero o los derivados del petróleo están subiendo y pronto estarán a la par.
Ahora mismo, en la formación de pintor profesional en Alemania no entra nada de productos naturales. A mí me vienen maestros pintores y veo que no tienen ni idea. Los maestros restauradores sí que conocen estos productos, porque trabajan con los materiales y técnicas tradicionales. Ahora se ha llevado al Bundestag una prerrogatoria para que entre en la formación tanto en Arquitectura como en mano de obra, de materiales naturales. No puede ser que alguien salga de su formación y esté obsoleto el primer día, salvo que lo haga de forma privada. Otro de los puntos importantes es que todos los edificios públicos estén fabricados y mantenidos con materiales naturales. En España, hay arquitectos que ya están pidiendo que por ley los edificios públicos se construyan y rehabiliten con materiales naturales. Cuento con amplia experiencia en la aplicación de materiales naturales en edificios públicos como colegios, hospitales, clínicas u oficinas, entre otros. Además, ofrezco cursos de formación para el personal de mantenimiento, para que exista una continuidad ecológica en sus mantenimientos. Ahora me estoy centrando en aislamientos y en construcción en seco con arcilla. En Alemania ahora se están utilizando mucho las placas de arcilla que incluso pueden llevar incorporados los conductos de la calefacción y el aire acondicionado.
Yo asesoro a todo aquel profesional que necesite conocer y saber cómo aplicar estos materiales naturales. A mí me gustaría formar a gente en España para poder ir pasándoles trabajos. También pueden hacerlo en el Instituto Español de Baubiologie, ubicado en Huesca.
Aunque es un sector en crecimiento en España, les aconsejo que no piensen que va a ser algo rápido. Requiere mucha paciencia y una buena formación para conocer bien el producto y saber qué les va a vender. Es necesario que conozca las necesidades del cliente, el “qué para qué”. Por ejemplo, conocer qué hay en las paredes de una casa que queremos reformar y saber qué es compatible con esos materiales. Por otra parte, es imprescindible una buena labor de marketing. Para mí, el marketing más fuerte es el contacto directo en las ferias. Acudo a las ferias de construcción regionales y allí hago mis clientes, donde puedan ver y tocar el producto y yo pueda hablar con ellos. También voy como visitante a ferias más grandes y a formaciones con fabricantes punteros, aunque ahora están parados por la pandemia.
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Leer más »Abr 29 | Noticias Destacadas, Protagonistas | Ecologia Cotidiana | 1605 Visitas | con Comentarios desactivados en Vivienda autosostenible
Néstor Martín está terminando de construir el primer domo piloto de su proyecto Domovita, enfocado en el Proyecto y Bioconstrucción de Viviendas Autosostenibles. Este domo piloto es de madera con techo verde, calefacción solar pasiva y baño seco. He tenido la oportunidad de visitarlo en persona para conocer los materiales, técnicas y motivaciones de vivir en una casa fuera de lo convencional y, al mismo tiempo, perfectamente realizable.
Hace unos siete años, yo había dejado el trabajo que tenía, porque no estaba contento. Me estaba planteando dónde me gustaría vivir y cómo, ya que hasta el momento me había dejado llevar por la inercia. Empecé a investigar y me di cuenta de que se puede construir una casa sin aporte de energía externo. Las viviendas de hoy en día son un poco un despropósito en cuanto a climatización, materiales y demanda de energía para su construcción. De esa reflexión, me di cuenta de que había muy pocos profesionales que ofrecieran las respuestas que buscaba.
Fui juntando una serie de conocimientos y técnicas: calefacción solar pasiva, baño seco, techo verde o aislantes ecológicos, y en la casa que estoy construyendo estoy concretando todo lo que vi. Pero algo que creo es decisivo es el empleo de materiales naturales, porque en una casa o piso al uso, nuestro cuerpo está atacado por los diferentes tóxicos que emiten los materiales de construcción convencionales.
La forma circular es la estructura más resistente –mucho más que cualquier cubo o paralelepípedo–, lo que permite reducir material, estructuralmente. Por otra parte con la estructura esférica se consigue mayor volumen envuelto con menos material; esto permite también ahorrar material y energía para climatizar al tener menos superficie en contacto con el exterior. Además, la forma esférica arropa, acoge.
Sí, el desarrollo de Fuller me sirvió de inspiración para crear este diseño único: Formado por doce espirales áureas que suben hacia arriba en un sentido, y otras doce en el contrario. Al tener nervios verticales la resistencia estructural, para este diámetro, es un 60% superior a la estructura de Fuller.
Tendrá 10 centímetros de espesor de tierra y emplearé arlita para aligerarla, ya que al empaparse la tierra con el agua de la lluvia se incrementa notablemente su peso. La cubierta esta calculada para soportar 500 kilos por metro cuadrado. Para asegurar bien la impermeabilidad, ya que recibirá y acumulará el agua de la lluvia, va un recubrimiento de EPDM. Más allá de la estética, que también es muy importante, la principal función del techo verde es proteger el domo de la radiación solar para así evitar el calor en verano.
Para empezar, estuve mirando las líneas Hartmann y Curry, para descartar geopatías. Se excavó para nivelar el terreno (esa misma tierra añadiéndole arena, se ha empleado para realizar los muros de cob, ya que tenía demasiada arcilla). Sobre ese terreno nivelado se realizó la excavación de la cimentación corrida con caída para darle salida al agua, se rellenó con grava hasta nivel de la explanación y luego se levantaron 20 cm. con grava ensacada para evitar las humedades por capilaridad. Sobre esta grava ensacada se ejecutó un zuncho de hormigón de cal hidráulica que es donde ya apoya la estructura de madera.
La superficie es de 72 metros cuadrados construidos. Está concebido para una persona o una pareja. La parte principal es un espacio de cocina y comedor. Detrás, al otro lado del muro, va el baño seco, lavabo y ducha. Por una escalera de caracol, aún por construir, se accederá al dormitorio que estoy empezando a levantar en la segunda planta, que llegará a la mitad del domo. Tendrá algo más de 12 metros cuadrados.
La estructura está recubierta con dos placas de corcho de 5 centímetros de grosor, en total 10 centímetros. La parte que queda al exterior, en la zona sur de la vivienda, es un muro trombe con un invernadero que permite la captación de calor del sol en las épocas del año más frías. Un alero permite el paso en invierno del sol cuando esta más bajo y evita el sol del verano, además de proteger el domo del resto de inclemencias. El muro trombe funciona por inercia térmica y tiene una especie de ventanillas en la parte superior e inferior que se abren en función de la necesidad de aire cálido o fresco. Por último, en la parte superior de la cúpula hay cuatro pequeñas ventanas que también permiten la salida del aire caliente si la temperatura es elevada.
Está realizado con cob, una mezcla de arcilla, arena y paja que se utiliza para los revocos de los muros. Los que he construido tienen entre 40 y 50 centímetros de grosor y van revocados con un mortero de caolín (una arcilla blanca), que le da un aspecto y una textura muy agradables y posteriormente protegidos con silicato para que se ensucie menos y sea más resistente.
Por otra parte, el revoco exterior es un mortero de cal aérea, que se fragua con CO2, por lo que se compensa la emisión de ese gas durante el proceso de elaboración de este material.
El baño consta de baño seco, ducha y lavabo. El revoco de la pared del lavabo y la ducha esta realizado en Tadelakt, un estuco impermeable muy utilizado en Marruecos. El baño seco, que va a funcionar con serrín, es de doble cámara y está diseñado para retirar el residuo compostado por la parte exterior del domo.
El agua de los desagües va a parar al exterior, a una arqueta separadora de grasas. De esta forma, no es necesaria una red de saneamiento externa; y como el baño es seco y no emplea agua, tampoco es necesario construir una fosa séptica. Para mí es importante generar el mínimo impacto.
Es un sofá-estufa rocket de obra. Está pensada para un mayor aporte de calor en los días más fríos y menos soleados del invierno, ya que en general no sería necesario por el diseño de calefacción solar pasiva. Además, todo el muro de tierra lleva por dentro un doble circuito de tubos dividido en un circuito en el muro Trombe y otro para el resto del muro. Pudiendo repartir el calor generado en el muro Trombe o en la estufa Rocket al resto del muro.
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