La feria de artesanas de la Comunidad de Madrid, organizada por FADEMUR, reunió en Miraflores de la Sierra a un grupo de mujeres emprendedoras y empresarias del medio rural. Ecología Cotidiana entrevistó a algunas de ellas. Esto es lo que comentó Ángela Pañeda:
¿Cómo te llamas? ¿A qué te dedicas? ¿Dónde está tu negocio?
Nuestro negocio se llama huerto ecológico El Fresnedal. Somos una distribuidora con huertas en Brunete y Villamantilla.
¿Qué supone para tí estar presente en esta feria?
Es muy importante para nosotras que se apoye el trabajo artesanal y el femenino.
¿Qué problemas concretos tienes como mujer rural y artesana?
Mi mayor problema es con la gestión. También poner en valor el producto ecológico artesanal.
¿Has tenido algún tipo de ayuda oficial? ¿Has conseguido algún tipo de crédito de los bancos?
No. Todo surge de la empresa La Diligencia Cátering, que compra las fincas. Y a partir de ahí surge todo los demás.
¿Qué valor tiene tu trabajo? ¿Crees que el consumidor lo aprecia?
Yo creo que, aparte del sabor y las propiedades del producto ecológico, el valor principal es la reconexión con la tierra. Yo invito al consumidor a probar los productos, para que pueda apreciarlos, y que nos visite cuando quiera.
¿Es rentable para tí, a día de hoy, vivir de esto?
Ahora mismo no, porque la cartera de clientes no es lo suficientemente grande; pero creo que sí lo será en el futuro.
¿Es esta tu actividad principal?
Yo soy geóloga, pero por ética y por decisión personal decidí dedicarme a esto, que me hace más feliz.
¿Qué dificultades has encontrado a la hora de montar tu negocio? ¿Qué alegrías te ha aportado?
Quizás el no saber. El consumidor es muy exigente. El producto ecológico no es feo, pero tal vez no es tan aparente. Luego, estamos muy mal acostumbrados a consumir frutas y verduras fuera de temporada.
La mayor alegría es que te contacte el cliente y te diga que ha hecho una comida fantástica, que todo está buenísimo. Estar cerca de todo esto es, para mí, muy satisfactorio.
Fuera de estos eventos promocionales, ¿cuánto te cuesta llegar a tus clientes? ¿Se te ocurre alguna otra iniciativa?
Tenemos un puesto en el mercado que se celebra en Brunete todos los sábados, y notamos que la fidelidad es cada vez mayor. La tienda online es complicada, porque sin ver ni tocar el producto no es fácil venderlo.
Dentro de las iniciativas, hemos organizado seis ferias de producto ecológico en Brunete y han tenido muy buena acogida.
¿Utilizas las redes sociales para dar a conocer tus productos?
Sí. De hecho mi trabajo es básicamente ese. Estamos en facebook, en twitter, tenemos también una cuenta en youtube y un blog dentro de nuestra página.
¿Cuentas con el sello de productor ecológico? ¿Supone alguna ventaja?
Sí. Todo lo que producimos y todo lo que traemos de fuera cuenta con el sello. Supone una confianza para el consumidor. Los controles son muy exhaustivos.
¿Tienes hijos? ¿Cómo compaginas tu actividad con tu papel de madre? ¿Cuentas con algún tipo de ayuda por ser madre trabajadora?
Mi socia, sí. Y compaginar las dos vidas es muy complicado. Muchas veces tiene que aprovechar cuando la niña se acuesta para continuar trabajando.
¿Animarías a otras mujeres a tomar tu ejemplo? ¿Qué consejos les darías?
Sí. Siempre. El consejo que les daría es que no tengan miedo y que se asesoren bien, que busquen sinergias con otras mujeres y con otros hombres.
¿Tienes tiempo para el ocio? ¿Cómo disfrutas esos momentos?
Sí, aunque los fines de semana tengamos que estar en ferias, procuro encontrar algún momento. A mí lo que más me gusta es viajar y escribir, es lo que más disfruto.