Sam Baxter organiza cursos de bioconstrucción en Finca La Tierra, en el valle del Tiétar, a cien kilómetros de Madrid. Sam tiene aquí su casa, compuesta por varios domos de superadobe unidos entre sí.
En un terreno rodeado de bosques de encinas, Finca La Tierra cuenta además con árboles frutales, un huerto ecológico, gallinas, un pequeño estanque, un pozo de agua, horno y placas fotovoltaicas. Un pequeño paraíso prácticamente autosuficiente, en el que me recibe amablemente Sam, en un día espléndido que permite unas vistas deliciosas de la sierra y alrededores.
Sam, ¿cómo decidiste establecerte en Finca La Tierra?
Yo he viajado bastante, y aún sigo haciéndolo. Llegué a España porque mi pareja era española. Yo quería hacer un proyecto como este y, por razones de presupuesto y legales, solo era posible realizarlo en España o en Portugal. Construir en el campo es más fácil aquí y los precios son más baratos que en Inglaterra, Francia o Italia.
¿Por qué elegiste el superadobe para construir tu casa?
Antes de construir estos domos, mi intención era construir una casa de paja, porque era lo que yo conocía. A través de un amigo, tuve conocimiento de un curso de superadobe. Ví las fotos y me pareció algo muy curioso. Entonces fui aprendiendo la técnica y construyendo con mi propia casa.
¿En cuánto tiempo se puede levantar un domo?
Con un equipo de gente experimentado, alrededor de un mes. Aunque, dependiendo del ritmo, pueden ser hasta tres o cuatro meses si utilizas voluntarios con poca o ninguna experiencia.
¿Cuánto cuesta construir un domo?
Hace poco participé, cerca de aquí, en la construcción de uno con 4 metros de diámetro y un altillo. El gasto en material (incluyendo ventanas, suelo, puertas, etc.) fue de unos 1.300 €. La mano de obra no tuvo coste, ya que aparte del interesado participaron otras personas en la construcción, de forma voluntaria.
¿Cómo se aísla la humedad y el frío del suelo?
Para el suelo de estos domos, he utilizado piedras y botellas tumbadas como aislante, ya que crean una cámara de aire. Sobre ellas, va una capa de arena compactada y otra de cal. Encima, se puede colocar azulejo o madera.
¿Cómo te apañas con las placas solares fotovoltaicas en días de poco sol?
En invierno, aquí, hay unas dos horas de sol. En esas horas, se utilizan los aparatos que necesiten más energía, como la lavadora. Una nevera no es imprescindible aquí. He vivido cuatro años sin ella y la comida se conservaba bien. Casi no compro carne, y la verdura y el queso aguantan bien. Los domos mantienen buena temperatura incluso en verano; no hace calor dentro.
Formación en bioconstrucción
¿Cuándo decidiste dar formación en bioconstrucción?
Cuando creí tener suficiente formación para impartirlos. He hecho cinco cursos aquí con Bárbara y Quique, de Domoterra, y he aprendido mucho con ellos. Después, con voluntarios, he terminado de construir los domos. También he trabajado de voluntario en otras construcciones.
¿Qué cursos vas a dar próximamente?
Tengo un curso programado del 8 al 22 de abril. Vamos a construir una pequeña vivienda en Fresnedilla. La obra es de estilo ‘roundhouse’, con paredes de superadobe y un techo recíproco. La primera semana, realizaremos los cimientos y construiremos las paredes, dejando hueco para las puertas y ventanas. La segunda semana, terminaremos de construir las paredes y construiremos un techo recíproco.
¿Hay que tener algún conocimiento previo? ¿Qué precio tiene?
Va dirigido a todo tipo de público, desde el que nunca ha construido hasta el arquitecto especializado en bioconstrucción. Si vienes una semana, cuesta 200 €. Si vienes las dos semanas, el precio es 300 €.
Agradezco a Sam Baxter su hospitalidad y colaboración para visitar Finca La Tierra y dedicar su tiempo para atenderme. Seguiré buscando personas e iniciativas de bioconstrucción para compartir con vosotros la información de la que voy teniendo conocimiento.