El jardín del Convento es uno de esos lugares en los que todos los detalles y atenciones te invitan a quedarte y disfrutar de la paz y del encanto del alojamiento, sobre todo del jardín que le da nombre. Este pequeño hotel rural, que cuenta con tan solo siete habitaciones, es una casa situada en Hervás, localidad cacereña situada junto al camino de Santiago por la vía de la Plata.
Fácilmente accesible desde la autovía de la Plata, la villa de Hervás cuenta con una hermosa judería, junto a la que se encuentra esta casa rural. El edificio orienta hacia el sur una amplia galería comedor acristalada, lugar destinado a los magníficos desayunos con productos ecológicos de la propia huerta, desde donde es posible también observar el bello jardín y disfrutar de la lectura y la música, tan bien escogida por Carlos Fernández Neila, director de este establecimiento.
Carlos tiene una mirada escrutiñadora pero agradable y un discurso afable. Su gran pasión es el jardín, un espacio vivo que cuida y disfruta, abierto a los clientes para contemplar los bellos setos de boj, pasear por sus cuidados caminos y pisar el alfombrado césped sobre el que se ubican las sillas y mesas de madera en las que me encuentro disfrutando de su conversación. Al final del jardín, la huerta y la sierra de Hervás, delimitando la línea de horizonte bajo un cielo azul salpicado de nubes.
Carlos Fernández Neila, director del hotel rural El Jardín del Convento, en la sala que mira al jardín.
¿Cómo es un día cualquiera en “El Jardín del Convento”?
Yo me levanto a las 7 de la mañana, y mi tarea es montar el buffet y organizar el desayuno. Luego ya baja mi mujer o algún apoyo más y terminamos de dar los desayunos. Al finalizar, mi hijo se encarga de recoger y quitar las mesas, y yo me ocupo de otras tareas de gestión. Cuando el resto de las tareas me lo permite, me ocupo del jardín hasta el final de la mañana.
Por las tardes, tenemos distribuidos los turnos de guardia para atender clientes y atender el teléfono. Somos tres en la casa y nos vamos turnando en esas tareas.
¿Cómo surgió la idea de crear esta casa rural?
Somos una casa rural, pero funcionamos como un hotel ya que damos desayunos y arreglamos las habitaciones, si bien no contamos con servicio de bar ni servicio nocturno de recepción. Pero siempre hay alguien en casa atendiendo.
Esta era la casa familiar de mi mujer y sus antepasados. Aquí hemos vivido siempre y han nacido nuestros hijos. Yo, desde jovencito, sentía pasión por este jardín y comencé a ocuparme de él antes de casarme.
Yo trabajaba de profesor en el instituto local, en el que estuve de profesor durante diecinueve años, hasta 1997. Una reconversión de los centros docentes de Hervás por aplicación de la LOGSE provocó el cierre de nuestro centro municipal de Bachillerato. Yo tuve la posibilidad de seguir enseñando fuera de aquí, pero no quise dejar Hervás, que es el pueblo donde nací y crecí. Entonces se nos ocurrió esta idea de recuperar la casa familiar.
Era complicado, porque estaba en muy mal estado, muy abandonada y necesitaba una inversión muy fuerte. La apuesta era un poco aventurada, porque no tenía ahorros ni recursos y el despido fue un poco miserable, por lo que la inversión fue con créditos bancarios. La idea principal era conservar al máximo la estructura de la casa. Estaba muy bien hecha y los elementos estructurales estaban muy bien, pero necesitaba una reconversión para su nueva función como hotel. Introdujimos elementos que no existían, como calefacción y cuartos de baño individuales en cada habitación, además de las instalaciones de luz y agua nuevas. También hubo un proceso delicado, laborioso y costoso de recuperación de los elementos de la casa, porque la idea era mantener el espíritu de la misma, puesto que entendíamos que tenía valores que encajaban con el destino de este proyecto. Las estructuras de madera, las puertas, muchos suelos y el mobiliario son los originales de la casa.
¿Qué presupuesto fue necesario para poner en marcha la casa rural? ¿Está siendo rentable?
La casa se empieza en octubre 1999 y se termina la puesta a punto en verano de 2001. La inversión inicial debió ser en torno a los cincuenta y tantos millones de pesetas (algo más de 300.000 euros). Pero no paramos de hacer cosas y hemos invertido hasta hoy mucho más dinero.
En cuanto a si genera beneficios, aún no los tenemos, puesto que estamos pagando aún los préstamos hipotecarios; nos quedan como unos ocho años. Además, como mi actitud es seguir haciendo cosas, nunca hay beneficios claros. Todo lo que sacamos es para vivir nosotros y reinvertir en mejoras para la casa.
¿Recibieron algún tipo de ayuda económica del Ayuntamiento o del Gobierno de la Comunidad…?
Recibimos, en la fase inicial, ayudas de una asociación de desarrollo local, llamada DIVA, también de la Consejería de Turismo. Pero supusieron un porcentaje relativamente pequeño.
¿Cuáles han sido los principales obstáculos en esta empresa? ¿Cuáles las recompensas?
Obstáculos hemos tenido como cualquier persona. Soy una persona muy exigente y, en una obra delicada como esta, tuve que mantener a raya al constructor y sus operarios. Además, dada nuestra dedicación, la casa nos absorbe mucho tiempo y energía. Llevamos años sin poder tomarnos unas vacaciones, porque la casa funciona bien pero todo lo que da es necesario.
La parte positiva, interesante, de la casa es que consigues unos resultados muy gratificantes. La casa es apreciada, la gente se encuentra muy a gusto. Los clientes muestran un gran reconocimiento de las condiciones de la casa. El hecho de que el jardín sea un elemento clave del hotel permite destinar una parte importante de los recursos a su mantenimiento. El jardín está vivo y es un elemento muy valioso, que nos encanta a todos. La recompensa es que el usuario se encuentre a gusto, por lo que tú también te sientes a gusto.
¿Qué supone “El Jardín del Convento” en la economía de Hervás? ¿Cuántos empleos directos e indirectos han creado?
Hervás es un pueblo que en el pasado vivió del sector textil (siglo XIX hasta mediados del XX). A la muerte de este sector, vivió de la industria de la madera hasta los últimos 10-20 años; las fábricas de muebles y la construcción se vinieron a pique. El turismo se ha convertido en la industria más importante de la economía local; es posible que represente alrededor del 70% del producto interior bruto. Nuestros clientes también visitan los bares, restaurantes y tiendas de Hervás, por lo que hay un efecto de implicación económica de toda la población que depende del turismo. Esta casa es una más de los muchos alojamientos que hay en Hervás, clave de la economía local.
En la rehabilitación del antiguo edificio se han instalando elementos que permiten una reducción del consumo energético. ¿Qué beneficios supone la arquitectura bioclimática de cara al ahorro y también al confort de los huéspedes?
La cubierta de la casa cuenta con un aislamiento de corcho natural triturado que permite al edificio transpirar. También cuenta con placas solares, instaladas en el huerto, que proporcionan una parte importante de la energía térmica necesaria para el agua caliente sanitaria y la calefacción.
La arquitectura bioclimática permite un mayor confort, porque las oscilaciones térmicas no son importantes. El ahorro energético también debe ser importante, pero yo no hago esas cuentas. Apuesto por la estructura bioclimática por convicción, casi por ideología, pero no es una cuestión económica la que me mueve. A largo plazo, seguro que hay un ahorro energético, pero hacer cuentas no es una prioridad para mí.
El jardín cuenta con una huerta de cultivo ecológico. ¿Qué productos obtiene y por qué la apuesta por lo ecológico?
Yo siempre he defendido los productos naturales. Es una cuestión de creer en los beneficios de los productos libres de químicos. Seguramente habrá una base científica, pero ahora mismo no puedo demostrar por qué son mejores los productos ecológicos. Lo cierto es que hay un reconocimiento de las bondades por parte de la sociedad.
Nosotros solo utilizamos estiércol como fertilizante natural. Yo siempre he cultivado el huerto y atendido el jardín, que he ido transformando (respetando la estructura de los setos de boj originales), añadiendo rosales, perales, camelios, y cada año voy incorporando elementos nuevos, como un pequeño espacio de estar, que yo denomino zen. Este jardín está en perpetua transformación y combina los elementos ornamentales con el huerto. Así, tenemos frutales como el peral, el albérchigo, manzanos, ciruelos, níspero… Y la huerta cuenta con tomates, cebollas, judías verdes, pimientos, berenjenas, calabazas, calabacines, etc.
La tierra es tan fértil y las plantas dan tanto que tenemos que regalar el excedente de producción. Este huerto ha estado siempre cultivado y las aportaciones permanentes de abono orgánico, que ha enriquecido una tierra ya de por sí fértil, da como resultado un terreno excelente para el cultivo.
¿Son caros los productos ecológicos?
No creo que sea mucho más caro. Creo que el consumidor debe valorar la ventaja de comer un producto más sano por un coste un poco superior.
¿Cómo valoran sus clientes el enclave de esta casa, la arquitectura bioclimática y los productos ecológicos?
Hoy día, con la facilidad de contrastar opiniones en internet, estoy convencido (y así me lo manifiestan los clientes que nos visitan) que quien elige esta casa lo hace porque le ofrece garantías de encontrar lo que le ofrecemos. La gente no se siente defraudada, encuentra un espacio hermoso, agradable y auténtico. Para mí, la clave es que no haya una separación entre la expectativa del viajero antes de llegar y lo que se encuentra al llegar. Es frecuente que te comenten que incluso es mejor lo que se encuentran que lo que esperaban. Lo importante es no mentir, ser honesto y ofrecer y presentar lo que hay, sin edulcorarlo o modificarlo.
Mantener un nivel como el que queremos, en esta casa, exige una dedicación constante. El jardín, por ejemplo, requiere la intervención de un jardinero que viene prácticamente todos los días y de mí, que completo su trabajo. Hay que estar pendiente de muchísimos detalles del jardín; y eso, luego, se nota. De estar permanentemente a no estar, empiezan a aparecer síntomas de abandono, dejadez, descuido. Yo vivo aquí y soy el principal usuario de este jardín, el que lo disfruta principalmente. Yo creo que esa es la clave, el producto que tú cuidas por tí y para tí; y eso hace que el cliente lo disfrute como yo lo estoy disfrutando. El hecho de que haya un negocio de por medio, me permite tener el jardín que quiero tener.
¿Están contentos con el nivel de ocupación de la casa? ¿Es mayoritariamente estacional o cuentan con un buen nivel de ocupación la mayor parte del año?
Estamos muy contentos con el nivel de ocupación. Nuestra casa ha ido creciendo, salvado el primer periodo –allá por 2010-2011, cuando hubo un síntoma de caída–, pero después ha ido creciendo. Ahora tenemos un nivel muy alto de ocupación.
Yo creo que es muy posible que tenga que ver con que la gente encuentra algo que le gusta y esto se difunde. El hecho de que todo el mundo tenga acceso a esa información, hace que el cliente se entere.
Booking nos aporta muchos clientes, pero se lleva una comisión importante con cada reserva. Su plataforma es realmente magnífica en cuanto a su sencillez de manejo, comodidad, diseño, etc. En cuanto a las opiniones, el resumen trasluce lo que hay, pero puedes encontrarte con opiniones muy personales de viajeros que pueden criticar el tamaño de las llaves, porque son las originales de la casa y son grandes, o que no tenga ascensor.
Tienen una cuenta activa en facebook, pero no hay muchas publicaciones. ¿Tienen alguna cuenta en otras redes sociales? ¿Le resultan útiles a nivel promocional?
La cuenta de facebook empezó a llevarla nuestra hija, pero exige una dedicación que no podemos darle por falta de tiempo.
Forman parte de Rusticae. En el sitio web, sus fundadores comentan que apuestan por la hospitalidad y los detalles. ¿Qué ventajas tiene formar parte? ¿Alguna crítica?
Rusticae es un club de calidad al que pertenecemos desde hace bastantes años. En su momento, representó una plataforma de conocimiento. La guía Rusticae, donde venían los alojamientos, fue una herramienta importante para que la gente buscase alojamientos con las características que buscaban. Es un club de hoteles pequeños que reúne una serie de parámetros que tienes que cumplir. A partir de ahí, te dan el OK para pertenecer al club. Tienes que pagar una cuota importante por estar ahí. En los primeros años, Rusticae era importante a nivel de promoción. Ahora no lo es tanto. Yo sigo en el club porque es más una cuestión de tipo sentimental. La pertenencia al grupo es cara y hoy la gente no necesita la guía física o la web de Rusticae, hay otros medios. Sí que es cierto que el sello de Rusticae es muy significativo para algunas personas a la hora de elegir. Pero tampoco hago demasiadas cuentas. Me mantengo porque me da pena irme de ese grupo.
Nosotros recibimos casi todos nuestros clientes por Booking. Rusticae redirecciona sus reservas hacia Booking, de tal modo que si entras en Rusticae y quieres reservar en este hotel, te lleva a la web de Booking. Rusticae se dio cuenta que no podía competir con Booking y su fabuloso motor de búsqueda.
La diferencia entre Rusticae y Booking es que los primeros te someten a un control, vienen a ver si el hotel reúne los requisitos que exigen. Pero Booking no hace nada de eso; tú elaboras la información y envías las fotos. Ellos hacen la selección de fotografías pero no contrastan que sea cierto lo que tú cuentas de tu alojamiento, sino que dejan que sea el cliente el que opine y diga si es cierto o no.
¿Qué planes tienen a medio o largo plazo para “El Jardín del Convento”?
Este negocio tiene las dimensiones adecuadas para que podamos controlarlo. Una de las claves de nuestra casa es que sea manejable, desde la gestión familiar que tenemos. Nosotros somos tres personas de la familia, todos implicados, más dos chicas haciendo las habitaciones y el jardinero; en total, seis personas para un hotel de siete habitaciones.
A corto plazo, no tengo planes de ampliación, a pesar de contar con terreno. Ha habido quien me ha comentado que podía construir bungalows, pero no lo contemplo.
Me gustaría que tomase el testigo mi hijo Amós, que continuase con el negocio, porque seguiría siendo el negocio familiar que es, lo conoce perfectamente por estar implicado desde los inicios, pero no sé lo que pasará.
Sobre las demandas de información por parte de los clientes, ¿qué es lo que más solicitan? ¿Qué proporción de clientes elige este destino por su entorno natural?
Fundamentalmente, la gente busca Hervás y su entorno. Aquí recalan clientes mayoritariamente interesados en el senderismo y la naturaleza. Otro polo de atracción es el barrio judío de Hervás. Y, por último, los que también llegan atraídos por la casa.
¿Qué tipo de encantos naturales y culturales presenta Hervás y su comarca?
Hervás, para ser un pueblo pequeño, es bastante dinámico. A pesar de que ya no funcione el cine, contamos con el museo Pérez Comendador, que también es un centro muy vivo y lúdico, ya que cuenta con biblioteca y aula de música. También tenemos eventos y actividades en fechas señaladas, como “Los Conversos” en junio, que escenifica teatralmente el contexto y las historias fabuladas que pudieron ocurrir durante la expulsión de los judíos de Hervás. Es un evento que cuenta con la participación de muchos actores locales y que atrae a bastante gente.
En otoño, tenemos “El otoño mágico en el valle del Ambroz”. Son actividades muy variadas que se desarrollan en la comarca, tanto lúdicas como deportivas, conciertos, un rally fotográfico, etc.
En cuanto al senderismo, ofrecemos a nuestros clientes unos mapas que ofrecen diferentes rutas.
Contamos también con una coral en Hervás, así como grupos de teatro y funciona bastante bien a nivel deportivo. Ha sido, desde siempre, un pueblo muy dinámico. Contamos con Marcelo Martín, que es quien más sabe sobre los judíos de Hervás. Tiene varios libros publicados y organiza las visitas guiadas al barrio judío.
¿Qué peso tiene el turismo como elemento dinamizador de la comarca? ¿Participa su empresa en algún tipo de acción promocional?
En los últimos siete u ocho años he detectado un aumento de peregrinos en el camino de Santiago por la Vía de la Plata. Hay un albergue de peregrinos en la antigua estación de ferrocarril y últimamente notamos ese incremento del tráfico de caminantes.
En cuanto a la promoción turística, yo soy el presidente de Atuva, una asociación para el desarrollo turístico de la comarca. Estamos trabajando una serie de asuntos relacionados con el desarrollo turístico, como un centro de BTT que organizará rutas señalizadas para bicicletas. También queremos fomentar mucho el senderismo. Contamos también con un cuestionario que está recogiendo las opiniones de los clientes que visitan Hervás. Queremos fomentar un turismo muy respetuoso con la naturaleza, fuera de la masificación, que preserve este privilegiado espacio natural. También trabajar porque Hervás se mantenga limpio y liberar el casco urbano, al menos en los puntos principales, del uso como parking de vehículos.
Más información:
Web de El Jardín del Convento
facebook
La feria de artesanas de la Comunidad de Madrid, organizada por FADEMUR, reunió en Miraflores de la Sierra a un grupo de mujeres emprendedoras y empresarias del medio rural. Ecología Cotidiana entrevistó a algunas de ellas. Esto es lo que comentó Gladys Acosta:
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La feria de artesanas de la Comunidad de Madrid, organizada por FADEMUR, reunió en Miraflores de la Sierra a un grupo de mujeres emprendedoras y empresarias del medio rural. Ecología Cotidiana entrevistó a algunas de ellas. Esto es lo que comentó Esther Casero:
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Teresa López es la presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR), que ha organizado la primera muestra de artesanía de mujeres de la Comunidad de Madrid. Un evento que reunió en Manzanares el Real, donde expusieron sus productos, a más de una veintena de mujeres del medio rural. Teresa conoce perfectamente los problemas de estas y de todas las mujeres representadas por la federación que preside. Problemas a los que FADEMUR ofrece soluciones prácticas como esta feria.
¿Qué supone para FADEMUR organizar esta primera feria de artesanas de la Comunidad de Madrid?
Es un orgullo, porque por fin supone poder visibilizar que en la Comunidad de Madrid hay muchas mujeres en el mundo rural que se dedican a la artesanía y están haciendo un trabajo excepcional. Ayudar a demostrar que Madrid no es solo esa gran urbe que todo el mundo ve, sino que también hay muchas mujeres que contribuyen a dar vida a ese mundo rural.
¿Qué peso tiene la economía rural en el total de la economía madrileña?
Proporcionalmente, es un peso pequeño. El mundo rural somos poca gente, comparado con la capital y todas las grandes ciudades que la rodean. Pero somos estratégicos, porque contribuimos a mantener vivo el territorio, a generar actividad en zonas que es importante mantener pobladas; y, además, contribuimos con sectores estratégicos como es la alimentación de cercanía, que permite recuperar técnicas tradicionales y sabores que se creían olvidados.
¿En qué consisten las ayudas del Programa de Desarrollo Rural de la Comunidad de Madrid? En concreto, ¿qué ayudas habéis recibido para organizar esta feria?
Hemos recibido una ayuda a través del grupo de Acción Local “Sierra del Jarama”, derivadas de la Política Agraria Común, en su área de desarrollo rural. De entre esas ayudas, se enmarcan las que se dedican a este tipo de eventos. Se trata de ayudas cofinanciadas; la parte más importante la pone la Unión Europea y el resto se lo reparten entre el Estado y las Comunidades Autónomas
¿Tenéis previsto organizar alguna otra feria en la región?
Nos encantaría. Estamos trabajando para conseguirlo. Nos presentamos a todas las convocatorias que surgen, para poder realizar este tipo de ferias en cuantos más sitios mejor, porque creemos que es necesario visibilizar el trabajo de las mujeres en el mundo rural. Lo único que nos limita es la financiación.
¿Cuáles son las soluciones prácticas que propone FADEMUR para reducir la desigualdad de oportunidades de la mujer rural?
Decimos que vivir en un pueblo no tiene por qué suponer una desigualdad con respecto a la ciudad. Entendemos que prestar servicios en el mundo rural es más caro, puesto que vivimos más dispersos, pero creemos que hay una serie de servicios básicos que deberían estar garantizados por ley para la ciudadanía. Entre ellos, está la educación, la sanidad y -esperamos que se reconsidere- la atención a las personas dependientes. Si acabas con estos servicios, complicas tanto la vida de las personas que se acaban marchando de los pueblos. Si cierras un colegio, al final –por costumbre– es la mamá la que se encarga de llevar a los niños al nuevo centro escolar. Si cierras un comedor escolar, también es la mamá la que tiene que terminar amoldándose porque ese servicio no existe. Si no tienes centro de salud, o se llevan el pediatra a 40 km., parece que al final eres tú quien se empeña en quedarse a vivir en ese pueblo, en lugar de marcharse a la cabecera de comarca, donde sería todo mucho más sencillo. Al final, cuando se le hace tan complicada la vida a la gente, apuesta por marcharse. Y eso es lo que no nos podemos permitir.
¿Qué valor tiene el trabajo de la mujer artesana? ¿Aporta el hecho de ser mujer algún valor diferencial al producto?
La mujer artesana ya tiene, de por sí, mucho valor. En la mayoría de los casos, apuestan por un negocio basado en la tradición, pero otras veces lo hacen innovando, y mucho. Y esa apuesta la hacen, en muchas ocasiones, luchando contra los elementos. Encuentran reticencias de la familia, de los bancos…
Las mujeres aportan el valor diferencial del mimo, del esmero y de la innovación con que trabajan sus productos. La mujer rural, al no encontrar en su entorno grandes empleadores que le proporcionen un puesto de trabajo por cuenta ajena, se ve abocada a ser autónoma, a crear su propia alternativa laboral mediante el emprendimiento, porque no le queda otra.
¿Cómo afronta la mujer rural artesana su maternidad? ¿Cuáles son sus principales demandas?
Necesitamos que existan los medios en el mundo rural. Sabemos que es más caro prestar esos servicios, pero si no lo hacen la gente se marchará. A la larga, es más caro gestionar un territorio sin actividad ni población que uno que se mantiene vivo. Es una apuesta como sociedad.
¿Es rentable para la mujer rural, a día de hoy, vivir de esto?
Hay mujeres que se esfuerzan mucho en que sea rentable. Muchos de estos productos son difíciles de comercializar. Por tanto, tienen que acudir a ferias y mercados para mostrar sus productos, porque hay pocas líneas de distribución. Pero muchos negocios están empezando a ser más rentables.
¿Ofrecéis en FADEMUR servicios de asesoría o formación a emprendedoras rurales?
Sí. Desde FADEMUR ofrecemos asesoría, información y, en muchos casos, apoyo en la implantación de sus negocios. Somos una federación que presta servicios en todas las comunidades autónomas, a excepción de País Vasco y Navarra.
¿Qué ventajas supone pertenecer a FADEMUR?
Supone formar parte de un grupo de mujeres que creemos que otro mundo es posible, y trabajamos porque eso sea así. Supone ayudar a visibilizar el papel que las mujeres han desempeñado siempre en el mundo rural, un papel central en el desarrollo de los pueblos. Significa también apostar por conseguir la igualdad y el progreso de las mujeres y de los pueblos. Y, sobre todo, crear una red de apoyo entre las mujeres. Muchas mujeres que viven en un pueblo cree que sus problemas son únicos, pero en realidad se trata de problemas compartidos.
Pertenecer a esta red significa hacer intercambio de experiencias, de proyectos, de soluciones imaginativas; y esto, de nuestro punto de vista, es muy enriquecedor. Significa también tener cerca una mano amiga que te pueda echar un cable en momentos delicados, como por ejemplo en casos de violencia de género, algo muy complicado de abordar en el mundo rural; tenemos casos de mujeres que, participando en un curso de formación, han encontrado ese apoyo para contar lo que les estaba pasando y saber qué es lo que tenían que hacer y encontrar ayuda para efectuar los trámites que le permitiesen salir de esa situación tan terrible. Para nosotras, es un trabajo muy importante al que contribuyen muchas mujeres en todo el territorio español.
¿Qué le dirías al consumidor que no compra productos artesanos por considerarlos caros?
Caro o barato es, en la mayoría de las ocasiones, algo relativo. Tenemos muchos productos artesanos que no son caros para la calidad que ofertan, ya que ofrecen un plus que no presenta un producto fabricado en serie. Lo que nos empeñamos en demostrar en las ferias que organizamos, así como en los portales de comercialización online, es enseñar lo que hay detrás de ese producto artesano. Nos gusta organizar este tipo de ferias para que se vea quién hay detrás del producto artesano, que se hable con ellas, que te cuenten cómo y desde dónde lo hacen, cómo ayudan a dinamizar su pueblo. Tiene una serie de elementos que no nos paramos a valorar cuando miramos el precio, pero que desde nuestro punto de vista deben tenerse en cuenta, porque ayudan a mantener el territorio, la calidad, los sabores, etc. Yo creo que deberíamos reflexionar sobre lo que compramos, pensar más en cómo están hechas las cosas, en qué condiciones, qué es lo que aporta. Vivimos en un mundo demasiado consumista.
¿Qué consejos darías a una mujer que quiere comenzar una actividad artesana en el medio rural?
Que se informe, que busque ayuda y que apueste por su iniciativa. Hay muchas iniciativas viables en el mundo rural que salen adelante. Si es su proyecto, y cree en él, que haga todo lo posible. En FADEMUR, va a encontrar apoyo para ayudarle en ese camino.
¿Qué opinas de la agricultura y ganadería ecológicas? ¿Supone alguna ventaja para el productor?
Supone una ventaja si luego lo ve en el precio. Muchas veces, el consumidor no valora esa diferencia. Creemos que es un nicho de mercado a explotar, que hay un sector de la sociedad concienciado, dispuesto a pagar un poco más.
El precio es distinto para el productor ecológico, pero muchas veces no encuentra ese mercado que compense esa diferencia.
¿Tienes hijos? ¿Cómo compaginas tu actividad con tu papel de madre? ¿Crees necesario algún tipo de ayuda o ventaja para la madre trabajadora?
Tengo dos hijos y tengo que hacer malabares, como todo el mundo. Es complicado, pero yo me considero una privilegiada. Ser madre hoy en día significa tener que hacer encajes para trabajar y cuidar de los hijos.
Con la reforma de la administración local, hay una serie de servicios que se sacan de la competencia de municipios con menos de 20.000 habitantes. Muchas mujeres que viven en el mundo rural no cuentan con servicio de guardería o cuidado de personas dependientes. ¿Qué va a pasar con eso? La excusa es que existe duplicidad de competencias. Existe una gran incertidumbre de qué va a pasar.
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Los perros avisan de la llegada de un extraño. Carla me da la bienvenida desde lejos, junto a dos de sus hijos. Continue Reading
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