El gasto de encender y apagar la calefacción es mayor




La calefacción es una necesidad básica en muchos hogares durante los meses de invierno. Sin embargo, existe una creencia común de que encender y apagar la calefacción constantemente puede resultar en un mayor gasto de energía.

Esta idea se basa en la premisa de que el sistema de calefacción consume más energía al arrancar, ya que necesita calentar todo el espacio nuevamente. Por lo tanto, se cree que mantener la calefacción encendida constantemente, a una temperatura constante, es más eficiente y económico.

Sin embargo, esta creencia es incorrecta. Según expertos en eficiencia energética, encender y apagar la calefacción de manera adecuada puede ser más eficiente y económico a largo plazo. Esto se debe a que el ahorro de energía que se obtiene al apagar la calefacción cuando no es necesaria compensa el pequeño aumento de energía requerido al encenderla nuevamente.




Además, mantener la calefacción encendida constantemente puede resultar en un gasto innecesario de energía. Si el hogar está vacío durante el día, o si las personas están durmiendo por la noche, no hay necesidad de mantener la calefacción funcionando a pleno rendimiento. En cambio, es más eficiente programar el termostato para que la calefacción se encienda poco antes de que las personas lleguen a casa o se levanten por la mañana.

Otra forma de optimizar el gasto de energía es asegurarse de que la vivienda esté bien aislada. Un buen aislamiento evita que el calor se escape, lo que reduce la necesidad de encender la calefacción con tanta frecuencia. También es importante mantener un mantenimiento adecuado del sistema de calefacción, como la limpieza regular de los radiadores y la purga de los radiadores de aire atrapado, para asegurar un funcionamiento eficiente.

Los costos de encender y apagar la calefacción

Es importante considerar que los costos de encender y apagar la calefacción pueden variar dependiendo de varios factores. Aquí mencionaré algunos puntos clave a tener en cuenta:

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1. Consumo energético: Encender y apagar la calefacción implica un consumo de energía. El costo de este consumo dependerá de la eficiencia energética del sistema de calefacción y de la fuente de energía utilizada, ya sea gas, electricidad u otro combustible.

2. Temperatura exterior: La temperatura exterior afecta directamente el rendimiento de la calefacción. Si la temperatura exterior es muy baja, el sistema de calefacción deberá trabajar más para mantener una temperatura confortable en el interior, lo que aumentará los costos de energía.

3. Tamaño y aislamiento del espacio: El tamaño y el nivel de aislamiento de la vivienda o el espacio a calentar también influyen en los costos de encender y apagar la calefacción.


Un espacio pequeño y bien aislado requerirá menos energía para calentarse y mantener una temperatura estable, mientras que un espacio grande y mal aislado requerirá más energía y costará más.

4. Patrones de uso: Los patrones de uso también afectan los costos de encender y apagar la calefacción. Por ejemplo, si se enciende y apaga la calefacción constantemente, en lugar de mantenerla encendida durante períodos prolongados, el sistema de calefacción tendrá que trabajar más para calentar el espacio cada vez que se encienda, lo que puede aumentar los costos.

5. Tarifas de energía: Las tarifas de energía pueden variar según la ubicación y el proveedor de servicios. Es importante tener en cuenta las tarifas de energía al calcular los costos de encender y apagar la calefacción.

Calefacción: ¿Encendida todo el día o con horarios?

La respuesta a esta pregunta depende de varios factores, como el clima de la zona donde vives, el tipo de sistema de calefacción que tengas y tus preferencias personales. A continuación, voy a explorar las ventajas y desventajas de cada opción.

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Encender la calefacción todo el día puede parecer la opción más conveniente, ya que mantendría una temperatura constante en tu hogar. Esto podría ser especialmente beneficioso en climas fríos, donde el aire frío puede infiltrarse fácilmente en la casa. Además, mantener una temperatura estable puede ser especialmente importante si tienes niños pequeños, ancianos o personas con problemas de salud en casa.

Sin embargo, encender la calefacción todo el día también tiene sus desventajas. En primer lugar, esto puede resultar en un consumo de energía significativamente mayor, lo que se traduce en facturas de energía más altas. Además, si tu sistema de calefacción utiliza combustibles fósiles, como el gas o el petróleo, el uso constante de la calefacción contribuirá a la emisión de gases de efecto invernadero y al cambio climático.

Por otro lado, utilizar horarios programados para encender la calefacción puede ser una opción más eficiente desde el punto de vista energético y económico. Puedes programar la calefacción para que se encienda solo cuando estés en casa y la necesites realmente. Durante las horas en las que estés ausente o durmiendo, puedes reducir la temperatura o apagar completamente la calefacción.

Esto te permitirá ahorrar energía y reducir tus facturas de calefacción. Además, si tienes un sistema de calefacción programable, puedes ajustar la temperatura para que se eleve antes de que te levantes por la mañana o antes de que regreses a casa, para asegurarte de que te encuentres en un ambiente cálido y cómodo.

Sin embargo, utilizar horarios programados también puede tener algunas desventajas. Si el clima es impredecible o cambia rápidamente, es posible que te encuentres con una casa fría si la calefacción no está encendida constantemente. Además, puede ser incómodo tener que ajustar constantemente los horarios de la calefacción si tu rutina diaria varía mucho.

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1. Aprovecha la inercia térmica: La inercia térmica se refiere a la capacidad de los materiales de retener y liberar calor lentamente. Aprovecha esta propiedad de tu sistema de calefacción para mantener una temperatura constante en tu hogar. En lugar de encender y apagar la calefacción constantemente, es más eficiente dejarla encendida a una temperatura más baja durante períodos prolongados de tiempo. De esta manera, los materiales de la casa se mantendrán calientes y liberarán calor gradualmente, lo que ayudará a mantener una temperatura más constante sin tener que gastar energía extra para calentar toda la casa nuevamente.

2. Utiliza termostatos programables: Los termostatos programables te permiten establecer horarios para encender y apagar la calefacción de acuerdo con tus necesidades. Puedes programar la calefacción para que se encienda antes de que llegues a casa y se apague cuando te vayas, lo que te permitirá disfrutar de una temperatura agradable sin tener que dejarla encendida todo el día. Además, algunos termostatos programables también tienen la capacidad de ajustar la temperatura de forma automática según la hora del día o la ocupación de la casa, lo que te ayudará a ahorrar energía y reducir los costos de calefacción.